Elfos #2

Elfos #2: Cerrar con un enorme ‘continuará’

Elfos #2«El orgullo de aquellos que me criaron y creyeron poder burlar al destino me salvó la vida«

 

Sí, no hace nada de nuestra reseña del primer volumen de esta colección, pero es que estas historias se leen tan rápido y dejan tan buen poso que no podíamos perder la oportunidad de viajar de nuevo al mundo imaginario donde algunos de los más punteros autores de la BD nos están llevando de viaje a lomos de dragones escupe-fuegos y otras criaturas mitológicas. En esta ocasión conoceremos a una de las razas más antiguas de entre los elfos y a los eternos parias del mundo de la fantasía épica: los semielfos.

 

Sigue pareciéndome una gran idea este formato de historias cortas y (hasta cierto punto) autoconclusivas. A los enamorados de este género literario nos da alas para imaginar un repertorio infinito de posibilidades con todos los datos que se nos están suministrando con cada relato, con cada nuevo personaje y con cada cruce de palabras entre seres de las distintas naciones que componen este todavía inexplorado mapa. Para los nuevos es incluso mejor: cada cuento es una puerta de entrada a un mundo mágico del que no tienen la necesidad de saber nada para disfrutarlo. Ya llegará más adelante el tiempo de complicar las cosas y mezclar las tramas. Por el momento este formato es el mejor para engancharnos a todos (¿y atarnos a las tinieblas?).

 

«¿Qué sucederá si me hago con esa espada?«

 

La primera de las dos aventuras que nos es contada en este volumen nos lleva a conocer a una raza élfica que no me era conocida y que, en este universo, se supone como la de mayor pureza (sí, aquí no son los silvanos) y sabiduría. Los elfos blancos viven aislados del mundo en sus propias islas y sólo unos pocos elegidos, los rastreadores, visitan el resto del mundo en busca de preciados tesoros o de la preservación de los casi extintos pedazos de la magia antigua que los vio nacer cuando el mundo era joven. Elfo blanco, corazón negro nos habla de dos de estos rastreadores y de la caza que emprenden en pos de un esquivo y poderoso dragón blanco, quizás el último de su especie, al que pretenden domar y llevar a sus islas para preservarlo. Como ya dijimos antes, no hay historia de elfos sin tragedia y ésta planeará sobre las cabezas de los protagonistas desde el primer instante de la trama. El personaje de Fall está creado siguiendo el patrón clásico de este submundo de mitos y leyendas, pero funciona a las mil maravillas por su carisma y el viaje que emprende tanto física como mentalmente desde la primera hasta la última página de la historia. Olivier Peru es el encargado de guionizar esta parte del álbum, mientras que Stéphane Bileau le pone imágenes a las palabras de su colega.

 

Elfos #2

Elfos #2

 

Cierra este volumen una historia protagonizada por los semielfos. Desde Tanis (de la Dragonlance), la imagen que más ha calado sobre los hijos mestizos de los elfos con alguna de las otras razas «inferiores» es la de los eternos parias tratados con conmiseración y asco por los elfos y con burla y sorna por los integrantes del resto de las razas. La brecha establecida entre la más perfecta de las creaciones pensantes y el resto de los pobladores de los mundos de fantasía se hace más y más grande cuando hablamos de los semielfos, porque son la prueba viviente tanto de que el entendimiento es algo posible (algo que nadie quiere) como de que humanos, orcos y otras razas han violentado en más de una ocasión a las mujeres elfas. A Eric Corbeyran (autor también de Bandera Negra, también editada por Yermo) se le ocurre una idea sensacional: unir de una vez por todas a todos estos seres despreciados y darles una nación por la que luchar y en la que vivir. El problema es que la historia que monta en torno al mito de la creación de este estado peca en demasiadas ocasiones de simplista y predecible. No es tan fácil escribir sobre los siempre atormentados semielfos, pero a Corbeyran se le nota incómodo en el encorsetado mundo de la historia corta y se saca quizás con excesiva facilidad personajes de la manga sin apenas presentación ni rodaje. Una pena, porque la idea central me parece de lo más atractiva. Del dibujo de esta parte (tan estupendo como el que nos han venido regalando hasta ahora) se encarga Jean-Paul Bordier.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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