Yermo Ediciones pone sus ojos en Francia y nos trae esta estupenda novela gráfica de David Frbrice y Gregory Lassablière.

Los caminos del señor: 1066 – Hastings / 1119 – Miles Christi es una de las grandes apuestas de Yermo Ediciones de la temporada. El libro se compne de los dos primeros volúmenes de una saga de corte histórico escrita por David Fabrice y Gregory Lassablière y dibujada por el español Jaime Calderón. Así, ya de primeras nos encontramos con una fantástica sorpresa que hace más apetecibles sus 22€, dos historias en una.

Ambas comparten un nexo de unión, la búsqueda de un pergamino vikingo capaz de sacudir los cimientos del cristianismo; pero trasladándonos a épocas distintas con el fin de engrandecer la importancia del mcguffin del relato. En la primera parte nos situamos en 1066, en plena disputa por el trono de Inglaterra narrada desde el frente normando, con Guillermo y su hermano Odón como protagonistas. En la segunda, ambientada en 1119, un selecto grupo de cruzados debe hacer frente a las amenazas con las que se encuentran en Tierra Santa.

Lo primero que destaca del volumen es su trabajo de documentación para establecer un contexto verosímil y fiel a la historia (potenciado también gracias a las pequeñas biografías de los personajes que aparecen al final de cada una de las dos historias) y así, a partir de del establecimiento de un imaginario reconocible por todos, plantar su aventura. Una aventura que sin renunciar a las batallas propias de la época, centra su atención en las conspiraciones y las tramas palaciegas, explotando el lado más oscuro y maquiavélico de la iglesia católica. Tanta erudición, sin embargo, se hace un poco cargante en la parte final de la segunda aventura, ya que los diálogos se vuelven excesivamente largos, ralentizando el ritmo de la narración.

Detalle menor, sin duda; teniendo en cuenta el alto nivel de la obra hasta ese momento. Los autores sorprenden, además, demostrando saber cómo y dónde jugar con esa parte más mitológica de la historia, aquella en la que dios da muestra de su poder y en la que el demonio hace acto de presencia. Pero ojo, las apariencias engañan y esos elementos sobrenaturales están bien justificados dentro de la trama y el contexto.

Aunque si por algo destaca este libro es por el trabajo del barcelonés Jaime Calderón a los lápices. El dibujante tiene una habilidad impresionante recreando las grandes batallas que se desarrollan en la historia. Algo estáticos, quizás, sus dibujos gozan de un espléndido acabado y nivel de detalle que nos invita a detenernos en cada viñeta para contemplarlas como merecen.

La edición española de Los caminos del señor se completa con una fantástica y exclusiva galería de bocetos de Jaime Calderón.