Total Recall (Desafío Total)

Total Recall (Desafío Total): Hijos de un Tiempo

Esta nueva adaptación del relato de Philip K. Dick Podemos recordarlo por usted al por mayor (1966) persigue el más difícil todavía: que nos olvidemos durante un par de horas de la mitificada Desafio Total (Paul Verhoeven, 1990). Para ello Len Wiseman y su quinteto de guionistas han hecho hincapié en dos aspectos.

 

El primero ha sido modificar el escenario en el que se desarrolla la acción. Marte no existe. O al menos no se dan indicios de que sea un planeta habitable. La Tierra ha sufrido una terrible guerra química y solo quedan dos espacios capaces de albergar vida: la Federación Unida Británica y La Colonia (la actual Australia). Entre ambas regiones, un túnel que atraviesa el planeta y las conecta. 17 minutos de distancia que simbolizan el dominio de la metrópoli sobre un territorio que aspira, Resistencia mediante, por la libertad.

Guerra global, esclavitud económica, superpoblación… en el prólogo del film se encuentran muchos de los temores que atenazan a la política actual. Aún guardando evidentes relaciones con el futuro planteado por Verhoeven, este resulta (poniendo toda clase de entrecomillados) terroríficamente más plausible.

 

Jessica Biel y Colin Farrell en Desafío Total

 

Wiseman agarra un punto de partida que establece un tono muy pesimista, nada sutil, donde la sociedad británica, otrora adalid del desarrollo y la libertad, se convierte en un estado con tintes totalitarios. Una idea que (para que engañarnos) tiene un perverso atractivo. Más cuando emblemas como el Palacio de Westminster (sede del Parlamento) cobran una oscura grandeza, como hiciera ya hace unos años James McTeigue (V de Vendetta, 2005). Olvidarse del planeta rojo y centrar la mirada en una tierra desolada tatúa en nuestras retinas un pasado trágico que marca el presente de Douglas Quaid (Colin Farrell) y nos sugiere un tipo de discurso muy concreto.

 

Un discurso que no explora (como hicieran sus referentes más inmediatos) la memoria, los recuerdos y la fina línea que separa lo que es real (lo que creemos como real) de lo que no lo es. La intencionada ambigüedad que plasmó por ejemplo Verhoeven en el film protagonizado por Arnold Schwarzenegger se ha perdido en esta versión de la historia. En determinados puntos los personajes se plantean las mismas dudas, pero no se introduce al público en la duda, siendo consciente de lo que sucede en todo momento.

 

Un camino que no profundiza en los aspectos psicológicos de la historia pero que tampoco llega al fondo de la cuestión política. Tras un comienzo arrollador y sentadas las bases para situarnos en esta distopía, la acción se centra en las continuas huidas de Quaid (o Hauser, según lo avanzado que esté el guión) y sus intentos de desenmascarar a un megalómano Cohaagen (interpretado por un Bryan Cranston en estado de gracia) y sus malvados planes. Así, queda un contexto tremendamente rico y una trama principal que sigue los derroteros comunes de las películas de acción.

 

Colin Farrell y Kate Beckinsale en Desafío Total

 

El otro gran aspecto en el que toma autonomía Desafío Total (2012) es en el papel de Kate Beckinsale. Viéndola, uno se pregunta por qué buscan nuevas heroínas de acción estando ella. Algo que se preguntaron también los ideólogos de la cinta y que les ha llevado a darle un peso enorme a su personaje. En la obra de 1990, Sharon Stone tenía un rol secundario que ayudaba a conocer la apacible vida de Douglas Quaid y a potenciar algunos momentos de tensión. Lori era una suerte de esposa despechada muy divertida (al tiempo que se daba vueltas sobre el tema de la memoria real y falsa). Kate exige mucho más, lo que lleva a una hastiada esposa obsesionada con hacer pagar a su marido por un «nefasto» matrimonio.

 

Este protagonismo afecta a la relevancia de una bastante sosa Jessica Biel, que queda relegada al papel de «la chica». El film es un mano a mano sin cuartel entre Colin Farrell y Kate Beckinsale, que se guarda más de un as en la manga para goce de todos sus fans. Si bien este hecho puede suponer una aberración (otra más) para los seguidores de la cinta original; se agradece enormemente la creciente importancia de las mujeres en títulos de acción. Primero porque abre un abanico de posibilidades tan grande para contar nuevas historias, que enerva más la supuesta falta de ideas en el Hollywood actual. Y segundo, pensando en términos publicitarios, el target potencial se expande muchísimo. Más espectadores, más dinero.

 

Además, ¿cuándo hemos visto a Beckinsale interpretando a una villana? Después de pasar tanto tiempo luchando por salvar su pellejo vampírico, ya iba siendo hora de que disfrutara un poco.

 

Desafio Total (2012) no es el remake esperado por los enamorados de Verhoeven y Schwarzenegger y, por momentos, es incluso detestado por culpa sus autoconscientes guiños. Pero, y he aquí su valía, intenta encontrar su propio espíritu, abordando caminos diferentes y ofreciéndose a un público también diferente. Como la original de 1990, la versión de Len Wiseman es hija de su tiempo.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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