Catwoman. Imitadoras: Huida hacia delante

Catwoman: ImitadorasECC Ediciones se complace en presentarnos la nueva etapa en solitario de Selina Kyle tras su no boda con Bruce Wayne. Con todo el revuelo causado por dejar plantado al novio en el altar, la carismática ladrona ha puesto tierra de por medio trasladándose a Villa Hermosa a fin de despejar sus ideas y resolver ciertos asuntos personales que se irán desvelando a medida que avance la colección.

 

«Bonito traje. Una pena que me quede mejor a mí»

 

Al frente de la colección se sitúa Joëlle Jones (cuyo arte hemos podido disfrutar en aventuras como Superman: American Alien o Pájaro Burlón) en calidad de guionista y dibujante, aunque en el apartado artístico cuenta también con la colaboración del español Fernando Blanco, así como de Laura Allred y John Kalisz trabajando el color.

 

La historia que nos presenta Jones está ambientada tras los acontecimientos de la boda, pero no se hace imprescindible conocer los entresijos de la misma para entrar en el relato que se nos propone. La autora se ha curado en salud confeccionando una trama que puede seguirse teniendo únicamente las nociones básicas de su protagonista. Los dos primeros capítulos cumplen, en este sentido, la función de explicar el estado emocional de Selina, de tal forma que requiere muy poco esfuerzo entrar en la dinámica de la serie. Pronto aparecen problemas más acuciantes que evitan que Selina se lama las heridas más allá de lo imprescindible.

 

El principal atractivo de la obra, al menos en lo que respecta a este primer arco argumental, radica en el dibujo. Si sois fans de Joëlle Jones, no tenéis excusa. Ahora bien, un poco por esa condición introductoria que tiene, de plantear un nuevo escenario, la historia no termina de cuajar del todo. Es correcta, sin más. Deja poco poso tras su lectura. La villana no tiene suficiente fuerza y su ojeriza hacia Catwoman resulta excesivamente forzada. Jones intenta adornar una trama muy simple proponiendo conceptos y vías de acción que no van a ninguna parte, provocando más ruido que otra cosa. Es una pena, porque malgasta ideas que podrían tener mucho potencial, como la de las imitadoras que da título al volumen.

 

Este arranque dubitativo tiene, sin embargo, un prometedor aspecto y es el de la caracterización de su protagonista. Aquí Jones tiene muy claro cómo quiere que sea su Catwoman y cuáles son sus principales virtudes y debilidades. A partir de estos cimientos, y una vez ha pasado el trago de construir su tablero de juegos, es de esperar que la colección vaya hacia arriba en los próximos volúmenes.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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