«No sé yo. Estamos en Central City«

Tres nuevos cómics de Flash, ya fuera de la etapa renacentista deceíta. Asistimos esta vez al final de la batalla contra Grodd y los primeros compases del evento de temporada que va a titularse Guerra Flash y que, pese a referencias esporádicas, demuestra una vez más que en DC las series cuentan con una autonomía mayor a lo que les ocurre a las colecciones de la competencia y no necesitan engancharse a eventos (como la Boda de Batman o los especiales de Sin Justicia) más que para dejar claro que todo ocurre en el mismo universo, pero sin que eso quiera decir que unas series deben influir en otras.

Claro que hay cruces y conexiones directas. Wally West ha regresado de la fuerza de la velocidad y, desde que eso ocurrió, les ha pasado de todo tanto a él como a Barry. Sin ir más lejos, es el Flash titular el que investiga, junto a Batman, el por qué de este regreso y de otros hechos inexplicables relacionados (como podemos ver en Universo DC: Renacimiento o en Batman / Flash: La Chapa). Por su parte Wally se ha reunido con sus Titanes, los ha perdido, ha tenido un problema grave de corazón… y todo esto sale a colación en los números que leemos este mes, pero siempre como detalles y datos extra que no empañan ni obstaculizan la lectura de la historia en la que estamos inmersos. ECC tiene mucha suerte de no tener que coordinarse con la precisión milimétrica que exigen otras publicaciones salvo en casos muy concretos y nosotros, como lectores, tenemos la inmensa buena fortuna de no tener que comprarnos veinte publicaciones para entender cada una de las tramas que se nos cuentan en estos cómics.

«Aquí no es habitual que la gente limpie lo que ensucia«

Volviendo a las historias que ocupan estos tres cómics, nos encontramos con que Barry regresa a los malos hábitos de funcionar en solitario cuando parecía que su escarceo con la fuerza de la velocidad negativa le había enseñado lo malo de comportarse así. Suerte que hasta los villanos de la serie que escribe Joshua Williamson son buenos maestros y consejeros para el velocista escarlata y, siguiendo la estela de como terminó el número anterior, Godspeed será el que ponga en Flash #22 sobre la mesa la obsesión de Barry por recuperar sus poderes y solucionar el día, sin tener en cuenta que ya no es el único corredor de Central City y, mucho más importante, sin confiar en el buen criterio de sus amigos. Por suerte, como siempre digo, Flash es la serie del aprendizaje y la autosuperación y toda esta trama con Grodd nos traerá de vuelta a un Allen más maduro y dispuesto a afrontar lo que se le viene encima.

Flash #23

Tras el cierre de Tormenta Perfecta en Flash #23 no hay tiempo para coger aire, ya que la Guerra Flash llega a nuestras puertas a toda velocidad aprovechando el emotivo reencuentro de Wally e Iris West y haciendo que el antiguo pupilo de Barry tenga que afrontar una nueva amenaza directamente relacionada con su tiempo atrapado en la fuerza de la velocidad. Por el camino se nos pone en contexto del regreso de Zoom y se hace relacionar a este hecho con todo lo que ha ocurrido hasta el momento entre Flash y su némesis: el Flash Reverso. Esto habla muy bien de la capacidad de planificación de Williamson al frente de la serie y confirma la buena salud de la misma, que termina su segunda temporada sin flaquear ni un poquito y a punto de afrontar su primer evento serio con toda la naturalidad del mundo. Así da gusto leer historias de superhéroes.