Guardianes de la Galaxia #9 (#72)

Guardianes de la Galaxia #9 (#72): Prohibido morir

Guardianes de la Galaxia #9 (#72)«Era como si el mundo entero se hubiese apagado«

 

Allá por 2022, más o menos, volverán los Guardianes de la Galaxia a los cines con James Gunn de nuevo a los mandos. Para entonces a Marvel más le vale tener de nuevo una colección fuerte de este grupo funcionando. Lo hecho hace siete años con Brian Michael Bendis a la cabeza se demostró como una idea genial para aprovechar las sinergias entre cine y cómics y lo más seguro es que la Casa de las Ideas quiera reeditar el tándem. Y ello pasa por dos cosas: la primera es tener una etapa potente en marcha, con un autor que planee a largo plazo. Y éste no parece ser Donny Cates, que nos lo ha hecho pasar genial al frente de esta cabecera, pero que, una vez contada su historia, se largará a tierras asgardianas tras el duodécimo número de esta colección. Lo reemplazará nada menos que Al Ewing, así que podemos tener la seguridad de que algo bueno se está cociendo.

 

La otra cosa por la que pasa es la de volver a contar con el plantel completo de los personajes que tan bien han funcionado en la gran pantalla. Pero claro, aquí tenemos a Drax criando malvas, a Cohete a punto de hacer lo propio y al resto de personajes con bastantes pocas ganas de trabajar juntos. Eso habrá que solucionarlo, ¿no? Lo de las rencillas personales se arregla rápido, de hecho son casi marca de la casa con este equipo de antihéroes. ¿Y lo de la muerte? Bueno, no olvidemos que es de Marvel de la editorial que estamos hablando, no es como si la muerte fuera algo demasiado permanente.

 

«¿Voy a tener que pegarme con un perro?«

 

No tengo muy claro si lo que leemos en Guardianes de la Galaxia #9 (#72) era parte del plan maestro de Cates desde el primer número o si tiene que ver con la necesidad de dejarle la casa ordenada a Ewing para cuando herede las llaves, pero no deja de ser un tanto aburrido el tema de que, salvo honrosas excepciones (como la larga muerte de algunos mutantes), la parca se dedique en la Casa de las Ideas a ver pasar una y otra vez a los personajes por su lado en ambos sentidos de modo que sea cada vez más normal ver que la muerte de tal o cual personaje no dura más de unos cuantos meses. De hecho, la defunción de Thanos, aunque seguramente no pueda ser definitiva, sólo nos deja tranquilos en tanto en cuanto el personaje ya ha desaparecido del universo cinematográfico.

 

Guardianes de la Galaxia #9 (#72)

Guardianes de la Galaxia #9 (#72)

 

En Marvel todo el mundo tiene prohibido morir. Bueno, todo el mundo importante. La mutante Monet, el actual Guardián de la Galaxia Bill Rayos Beta o alguno de los clones de Peter Parker podrían morir mañana sin mayores consecuencias hasta que, dentro de siete años, un autor necesitase de ellos y aprovechase cualquiera de los eventos cataclísmicos de la Casa de las Ideas para traerlos de vuelta por arte de magia. Pero un Capitán América, una Tormenta o un Peter Quill no pueden aguantar mucho tiempo al otro lado. Porque siempre habrá un autor que tenga pensada una gran historia para ellos y la editorial siempre necesitará de ellos para vender más números. Lo que cansa, como decía antes, es que los ciclos sean cada vez más cortos. Porque hace que la muerte de un personaje sea irrelevante y le resta mucha potencia a la saga o el evento en el que éste o ésta cayó en la batalla.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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