Un cuento gamberro de navidad. Este es el subtítulo que acompaña a Rare Exports para promocionarse. Y razón no le falta. Jalmari Helander nos trae un cuento navideño no apto para toda la familia, en el que el terror, el gore, la fantasía y el humor negro se funden en un apetecible film para combatir los excesivos e hipócritas buenos sentimientos de la época.

Rare Exports nos traslada a las frías y aisladas tierras de Finlandia, a un pequeño pueblo que vive de la caza y que por culpa de unas excavaciones en la zona ve peligrar su tranquilidad… y la vida de sus habitantes. La película, concebida como una historia de terror, sigue la senda de otras producciones de género europeas como Attack the Block o La Horda. Títulos recientes que hacen frente al derroche de medios del cine industrial con historias originales y con identidad propia.

El film de Helander juega con tres elementos clave: el icono, el aislamiento y las expectativas. El primero es, cómo no, Papá Noel. El abuelito bonachón que reparte regalos todas las navidades se convierte aquí en un ser oscuro y terrorífico que atormenta a los niños en un ejercicio de deconstrucción que desnuda al icono para otorgarle una nueva mitología.

El segundo, el aislamiento, se ve reflejado en la localización de la historia. Un pueblo alejado de la influencia de cualquier gran urbe y en pleno invierno. Al igual que en, por ejemplo, La Cosa, las escasas cuatro casas que componen la villa, la separación que hay entre ellas y la inmensidad del paisaje salvaje que las rodea, enfatizan el sentimiento de peligro, ya no por no conocer la amenaza, sino por no disponer de ayuda exterior de ningún tipo.

El tercero, y quizás el más importante, son las expectativas. Ya los elementos anteriores están condicionados por estas, pues nos inducen a pensar en un tipo muy concreto de relato; pero el gran acierto de Jalmari Helander es saber cómo y cuándo moldear dichas expectativas para conducir al público hacia donde él quiere. De tal forma que a medida que los giros de guión se vuelven más y más rocambolescos y extremos o va tocando otros géneros, estamos más metidos en su universo, aceptando todo lo que esté por venir sin rechistar.

Rare Exports es un divertido y cínico entretenimiento, dirigido especialmente a los adultos más desencantados con estas fechas y a los consumidores de cantidades ingentes de cine de género.