Danny Glover, todo un mito del cine, es también una de las voces más comprometidas que hay en Hollywood. Con su condición de estrella decidió aceptar el reto y se involucró en De mayor quiero ser soldado, película que pone de manifiesto la peligrosa incidencia que la violencia de la sociedad actual tiene sobre los niños. Tal es su implicación en las causas que defiende que acudió incluso a la presentación de la película en Madrid y nos concedió unos escasos minutos. Con mucho esfuerzo dado el cansancio del viaje y la edad, tuvo la amabilidad de respondernos a estas tres preguntas que si bien a muchos puede saberles a poco, dan una pequeña muestra de la grandeza del actor y del hombre.

Pregunta: ¿Qué le atrajo del proyecto? En los últimos tiempos le hemos visto involucrarse en proyectos con un fuerte componente social…

R: Sí. Me he involucrado en varias películas por la historia en sí misma. Por mi carrera la gente me asocia más con el cine americano; el cine independiente me ha dado otra posibilidad. Inmediatamente quise formar parte de Quiero ser soldado, que formara parte de mi trabajo. Así que, en este sentido, estoy muy contento. Recuerdo cuando me hicieron esta pregunta en Manderlay, con Lars von Trier, ese gran director danés. Cuando me preguntaron cómo había acabado en aquella película dije que mucha gente lo había rechazado, muchos de ellos actores prominentes. Pero yo vi algo más en aquella película que me permitió aceptarla. Además cada película significa el inicio de nuevas relaciones: ahora el público español podrá dejar de verme como ese señor que está en Arma Letal, sino que también me verá como alguien que ha cruzado el mar y ha hecho una película en su país. Es decir, los beneficios eran enormes, para mí ha significado elegir como quiero crecer como artista, como actor. A veces las elecciones que he hecho han complementado mi desarrollo como ciudadano políticamente implicado.

P: Hablando de esa implicación política, en el Festival de Londres ha presentado un documental sobre el movimiento negro de EEUU…

R: Estuve involucrado como productor a través de mi compañía (Louverture Films) y con el extraordinario compañero de producción Joslyn Barnes. Trata del movimiento del black power pero desde el punto de vista de los cineastas que hacen documentales. Es un punto de vista distinto del movimiento, se trata de entender el movimiento sin demonizarlo ni divinizarlo. Tienes una diferente interpretación de las voces del movimiento. Se ha hecho una gran inversión en tiempo y recursos para envilecerlo y criminalizarlo porque era un movimiento poderoso en las zonas urbanas de los Estados Unidos. Así que me involucré en este proyecto, que ha tenido una acogida extraordinaria en muchos países.

P: De joven incluso formó parte de ese movimiento e incluso llegó a participar en algunas marchas ¿no es así?

R: Existe un antiguo proverbio chino que dice: «Siempre naces en un tiempo interesante». Yo nací en una época en la que mi proceso de maduración coincidió con un proceso de cambio, algunas de las voces de esa generación influyeron en mi desarrollo. Fue la época del movimiento por los derechos civil, por la liberación de la mujer, procesos de independencia del colonialismo… He visto muchos movimientos que han abogado por acabar con la violencia de las pandillas, porque haya medicina para todos, porque haya vivienda para todos… A lo largo de mi vida me he involucrado en muchas iniciativas de este tipo y, como artista, mucha gente ha querido siempre verme involucrado, porque normalmente tengo algo que decir de todos estos movimientos. El otro día mientras cenaba me encontré con un viejo camarada con el que había coincidido en muchas campañas a favor de los derechos de los trabajadores y bueno, esto ha sido toda mi vida.

Foto: DANIEL LOBATO
Transcripción: RJ PROUS