A poco más de dos semanas de su estreno en salas hemos podido visionar unas imágenes de la tercera entrega de Iron Man que, sin desvelarnos gran cosa de la trama (más allá de lo que podemos sonsacar del trailer), da buena cuenta de lo que nos ofrecerá el film de Shane Black.

El guionista de cintas como El último Boy Scout, Arma letal o Una pandilla alucinante saca a relucir todo su sentido del humor; una forma de aligerar la tensión y servir de contrapunto a las tramas protagonizadas por personajes tan temibles como El Mandarín. Aún cuando está por ver hasta qué punto ha seguido «nolanizando» la franquicia, queda claro que las pincelas de comedia van a marcar mucho el carácter de Tony Stark. Un Tony, el cinematográfico, que por mucho que puedan decir los fans acérrimos de sus historietas y teniendo en Extremis una de las referencias más determinantes de la saga, es mucho más atractivo y embaucador que su versión dibujada.

Uno de los aspectos que tiene visos de cobrar mayor relevancia es el de la relación entre Tony y Pepper Potts. Después de muchos tiras y afloja a lo largo de las dos entregas anteriores, la situación entre ellos sigue en la misma dinámica que en Los Vengadores. Y dado que en aquella el personaje de Gwyneth Patrow quedaba en un segundísimo plano, será interesante ver como funciona la relación con más cancha para desarrollarse.

¿Y visualmente? Con escenas muy medidas para demostrar todo su potencial en 3D nos vamos a encontrar con imágenes que solo soñábamos en sus películas predecesoras. Una acción trepidante y espectacular, para disfrutar en una sala de cine.