Mucho antes de que el anime y el manga levantaran hordas de frikis en España, antes de que internet popularizara el género hasta el punto de aterrorizar al creador de Astérix (y si no lo creéis leed ¡El Cielo se nos cae encima!), un manga se convirtió en líder de ventas en nuestro país durante muchos años. Y no, no hablo de Bola de Dragón, me refiero a Berserk.

Y hablar de Berserk es hablar de Kentaro Miura, un tipo que, allá por 1988, presentó el diseño de un personaje violento, cruel y despiadado que le valió un pequeño premio local y conquistó el corazón de los editores de Hakusenha (editorial japonesa), quienes le pidieron que puliera el personaje y la historia para comenzar a serializarla en una de sus revistas. Dos años más tarde (y con una documentación impresionante a sus espaldas) Miura estrenó en la Young Animal el primer capítulo del manga que, a día de hoy, sigue publicándose en medio mundo con un éxito arrollador.

Guts (o Gatsu), el protagonista de la obra.

¿Por qué Berserk?

No os voy a engañar. Berserk es una serie extremadamente violenta, prolífica en cuerpos deformes y/o mutilados y con escenas realmente espantosas (y eróticas) aquí y allá. Pero si Berserk fuera sólo eso haría ya mucho tiempo que habría caído en el olvido, o en el saco de los doujinshi.

Este manga atrae inicialmente por su exquisito dibujo. Se dice que el estudio de Miura está tapizado de fotos y dibujos medievales extraídos de bibliotecas de medio mundo para que el autor pueda inspirarse y crear reproducciones fieles de armaduras, castillos e instrumentos de tortura. Y no sería de extrañar, el nivel de detalle de algunas de sus ilustraciones deja sin respiración y denota una cantidad de trabajo detrás que merece todo nuestro respeto y admiración.

La calidad artística de la obra se ve complementada por una historia que inicialmente, los tres primeros tomos, nos puede parecer sin pies ni cabeza (¿un tipo llega a un pueblo y comienza una carnicería para luego irse a una ciudad y comenzar otra?) Pero es a partir del tercer tomo cuando Miura nos conquista, al contarnos la historia de Guts (o Gatsu en la edición tradicional española), desde su nacimiento del vientre de una mujer ajusticiada hasta el momento en el que se ve desposeído de su brazo izquierdo y su ojo derecho. La llamada “edad dorada” es la que le valió a la serie su paso a la animación entre 1997 y 1998, con un éxito de ventas bastante más que aceptable.

El caballero negro:

La inspiración para crear a Guts le llegó a Miura a través del alemán Götz von Berlichingen, un caballero y mercenario del siglo XVI con un brazo ortopédico de hierro y con una cierta fama de Robin Hood. El personaje de Guts escenifica la lucha contra el destino, un hombre sacrificado en un macabro ritual que se niega a morir, convirtiéndose en un monstruo atrapado entre dos mundos y perseguido por quienes reclaman su alma.

A Guts le acompaña un variopinto grupo de personajes que han ido uniéndose y separándose de su compañía en diversas ocasiones y de los que hablar sería contar demasiados detalles de la trama. Si acaso, cabe destacar la presencia de Puck, un pequeño elfo volador, que le sirve a Miura para relajar la tensión de la obra e introducir puntualmente el humor, sin el cual la tragedia se nos podría quedar atascada en la garganta, imposible de tragar.

«¡La gente normal ni siquera soñaría con matar a un adorable y pequeño elfo! ¡Psicópatas! ¡Es un nido de aberrantes violadores!«

Berserk en nuestro país:

La historia de Berserk en nuestro país es digna de un culebrón. A mediados de los 90 se comenzó a comercializar capítulo a capítulo hasta que a principios del nuevo milenio la ya desaparecida Mangaline se hizo con los derechos y comenzó su distribución en tomos. El problema vino cuando uno de los socios de la editorial cedió los derechos de distribución a Otakuland de manera unilateral (ilegal teniendo en cuenta que la firma válida habría sido la del director). Esta acción derivó en que la publicación del manga se paralizara en España durante años hasta que el juez les dio la razón a los dueños de Mangaline en cuanto a la posesión de los derechos. Los fans volvimos a respirar tranquilos tras esta etapa privados de nuestro antihéroe favorito, pero no sabíamos lo que nos esperaba.

Los continuos problemas legales de la editorial acabaron por ser demasiado caros y Mangaline se vio obligada a desaparecer del mundo editorial (la empresa sigue empeñada en sobrevivir, pero con un modelo distinto) Nos habíamos quedado sin Berserk.

Por suerte Glénat, el gigante del manga en español, ha llegado al rescate y este año presentará en Barcelona la reedición de la serie en un formato muy similar al de Mangaline y pasará a publicarla desde el primer tomo a la vez que continúa desde el último que se publicó en la antigua editorial.

En cuanto a la serie de animación, que también desembarcó en nuestro país, la historia nos habla de un doblaje que desencantó a la mayor parte de los fans españoles y que significó una de las primeras “migraciones” al terreno de la red de redes.

Los tres personajes centrales de la trama: Kiasca, Guts y Griffith.

Berserk hoy:

¿Qué nos depara el futuro de la serie?

El manga continuará publicándose, a un ritmo extraordinariamente lento ya que Miura publica casi cuando le viene en gana (y actualmente está enganchado a un videojuego de citas, lo cual le “impide” publicar con regularidad) Por otra parte, el estudio de animación 4ºC se ha hecho con los derechos de la obra para realizar una serie de películas basadas en el manga, la primera de las cuales se estrenará el año que viene y de la que ya podemos ver un primer trailer:

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Glosario:

Manga: Cómic japonés.
Seinen manga: Mangas destinados a un público joven y adulto.

Doujinshi: Manga dibujado por aficionados, generalmente se trata de versiones pornográficas de otros cómics famosos.
Anime: Animación japonesa.
Sentido de lectura: En Japón se lee de derecha a izquierda, por lo que sus cómics están orientados a la inversa que los nuestros.

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