En un momento en que distribuidoras y exhibidores se llevan las manos a la cabeza por culpa de los malos resultados de la taquilla, cuando parece que la gente ya no se lo pasa bien yendo al cine y prefiere permanecer en casa viendo una película en la pantalla de su ordenador, la figura de Nacho Cerdà y Phenomena nos hacen recuperar «la fe en el cine». Desde hace unos pocos meses el director catalán promueve unas sesiones dobles muy especiales: por 8 euros podemos disfrutar de los grandes clásicos del género de las décadas 70, 80 y 90 (Alien, Acorralado, Scarface, Tiburón, Encuentros en la tercera fase…) en 35mm y en versión original subtitutalada, tal como se estrenaron en su día. Para vivir la «experiencia cinematográfica definitiva» nos fuimos hasta los cines Urgel de Barcelona para charlar con Nacho Cerdà.

Pregunta: ¿Cómo surgió la idea de montar Phenomena?
Respuesta: Cuando yo era muy jovencito hacía exhibiciones dobles, triples y cuádruples de películas en super 8 en casa; tenía 12 o 13 años e invitaba a amiguetes el sábado para poder ver la peli, debatirla, reírnos e incluso algunas veces quedábamos en el cine todos juntos y nos reíamos un montón con pelis de Sam Raimi, Dario Argento y todo ese tipo de cine con el cual hemos crecido y nos ha hecho amar esta profesión y ser cinéfilos. Entonces intenté, de alguna manera, volver a sentir aquello porque creía que como yo, había otra gente con ganas de volver a disfrutar del cine. Porque lamentablemente en los últimos años se está casi que apoltronando demasiado tanto el negocio de la exhibición como la distribución y muchas de las películas que se estrenan apenas me hacen sentir algo. Creo que volver a ver películas de toda la vida, que sabemos que son buenas y verlas en pantalla grande y disfrutar un poco como cuando éramos niños, es uno de los valores añadidos, al margen de la peli en sí. Esta era un poco la idea.

P: ¿Y por qué el cine Urgel?
R: El cine Urgel era el único para organizar una cosa así por muchas razones, tiene un aforo de 1800 butacas, que es lo que nosotros habíamos vivido de pequeños y además, como cine, albergó montones de estrenos como ET, Indiana Jones, Superman… Era recuperar eso en un lugar que era emblemático para todos los que crecimos con este cine.

P: En cuanto a la programación, hasta el momento os habéis centrado en el cine de género, el cine más aventurero, de terror…
R: El cine de género es el que nos ha impactado más. Primero por las historias que propone, por la apuesta formal que significan muchas de estas películas y también por la labor que ha hecho el festival de Sitges. Se trata de un certamen muy popular y que yo como espectador de ese festival también añoraba volver a ver según qué películas en retrospectivas u homenajes. Es limitado y es una vez al año, por lo que pensé que Phenomena podía albergar algunas de estas películas.

Pero no solo van a ver películas de ciencia ficción o terror, sino que también van a ver comedias clásicas de toda la vida como The blues brothers, por ejemplo. No estoy cerrado ni de lejos a un tipo de películas. Tanto caben los Goonies, como incluso, puede caber El Guateque de Blake Edwards. Es un compendio, digamos, de películas que generacionalmente han sido importantes para nosotros, creo que hay de todo, incluso podríamos hablar de otras más oscuras. Entrar en el cine italiano, además de género, que poca gente conoce pero que a mí me puede parecer interesante proyectar.

P: ¿A qué tipo de público va dirigido Phenomena?
R: El público suele ser muy heterogéneo y depende de los programas que hacemos. No está destinado solo a un público de veintitantos – 30 años. Creo que hay mucha gente de 40 años que se mueve por la nostalgia de volver a ver aquello que vieron de pequeños o incluso de traer a su familia a ver lo que ellos habían visto. No está tan cerrado como parece ni mucho menos. El otro día, sin ir más lejos, había una señora que debía tener 80 años, saliendo a la 1 de la mañana después de Encuentros en la tercera fase. Iba con un bastón y la acompañaba seguramente un familiar. Imagina el tipo de personal que viene. Es brutal la heterogeneidad. Evidentemente hay mucho más público de nuestra generación o que le interese el cine, digamos, de carácter popular, que no un público de filmoteca, pero digamos que es un público similar al del festival de Sitges.

P: ¿A qué se debe el nombre de Phenomena?
R: Phenomena es un nombre que me gustaba por la película de Dario Argento, me gusta mucho su cine, sobre todo la primera etapa y Phenomena para mi pertenece a esa primera etapa. Y Phenomena como nombre, musicalmente como que suena muy chulo. No hay nada más detrás, simplemente era un nombre que me gustaba y que además hace referencia a un determinado tipo de cine que para mi fue muy importante, más que en la línea americana de mainstream, en esa más «guarra» y más gamberra –podríamos decir- del cine de género.

P: ¿Esperabas este éxito desde el principio o ya el primer día te sorprendiste de la repercusión que estaba teniendo?
R: Hombre, sería muy pretencioso o presuntuoso por mi parte pensar que esto iba a ser un éxito como el que está siendo. Evidentemente pensaba que habría una respuesta del público porque son películas que no me he inventado hace dos días, son referentes culturales de toda nuestra generación, con lo cual es muy difícil que algo así no funcione. Sobre todo si lo estás proyectando en cine y lo estás proyectando en estas condiciones. No sería lo mismo hacer esto en 200 butacas, porque lo que es la complicidad y la catarsis colectiva que se provoca es el valor añadido que tienen estas sesiones. Esto para mí sí que era importante.

Evidentemente si hubieran aparecido 300 o 400 personas hubiera sido un éxito porque cualquier sala que se llene hoy en día es un exitazo, pero hubiera sido un poco menor a lo que se ha producido ahora, que hay una participación enorme, de buen rollo, de vamos a disfrutar del cine, de ver una película que hemos visto 50 veces pero que nos da igual porque parece que la estamos viendo por primera vez. Esa es un poco la magia que tiene Phenomena. Una vez me lo preguntaron y yo sinceramente creo en ello: «¿Qué le dirías a alguien para que viniera a Phenomena?» y yo les dije: «Si has perdido la fe en el cine vente a Phenomena».

P: ¿Cuáles son las expectativas de futuro, vais a hacer sesiones de forma más continuada? ¿Hay alguna posibilidad de que salgáis de Barcelona?
R: Efectivamente, hay gente que ha pedido que se haga fuera de Barcelona y vamos a intentar hacer algunas sesiones fuera, pero mi interés es que esto que es una criatura que está naciendo -porque no nos engañemos, solo hace cuatro meses que empezó-, querría cuidarla, que creciera bien.

De alguna manera, que el público no se lleve un empacho de sesiones, sino que cada una de estas fuera especial porque es un evento pensado para el público. Y el público disfruta. Evidentemente disfrutaría una vez cada semana también, pero hay una cierta magia que implica no conocer tanto las películas que se van a proyectar. Es muy interesante esa sensación de anticipación de «¡ay! ¿qué vamos a ver?», que hace mucho tiempo existía, pero ahora no. Ahora entras en Internet y te acribillan con películas que no se han estrenado o ni siquiera se han rodado. Eso le pierde un poco la magia, vas al cine un poco desvirgado. Y yo creo que el hecho de ampliar este evento sería perder esa magia. Que evidentemente va a estar y lo voy a ampliar de alguna forma con unas sesiones un poco más asiduas al mes, probablemente unos ciclos temáticos que van a hacer que esto no solo sea el programa doble.

P: Las copias son en 35mm, pero ¿cómo son, qué calidad tienen?
R: Sí. Muchas de estas copias son, primero proyectadas por mí y chequeadas. Siempre. Es decir, yo no programo nada si la copia no tiene un mínimo de calidad. Y este mínimo de calidad lo hemos mantenido hasta el momento muy bien. La copia por ejemplo de Scarface era espectacular, era nueva; y la copia de Acorralado era nueva también. Nueva me refiero a que ni siquiera las colas estaban cortadas. Era nueva de laboratorio. Las copias yo las chequeo para poder ver que son programables. Una vez hecho esto ya empiezo a gestionar todo lo demás.

P: ¿De dónde salen las copias?
R: Alguna de las copias son mías de colección privada. Por ejemplo, lo que vamos a ver hoy es de colección privada (Desafio Total y Aliens), aparte de otras que puedas pedir. Esto son cosas que se hacen. En el mundo hay muchos coleccionistas, Tarantino por ejemplo es uno, incluso Bruce Willis me dijeron que era otro. Hay un gran coleccionismo fuera -se suele dar en EEUU, Inglaterra, Francia…- y yo formo parte un poco de esa comunidad.

P: Aparte de Phenomena ¿qué proyectos tienes para ponerte detrás de las cámaras?
R: Yo siempre lo he dicho, me lo paso tan bien haciéndolo como enseñándolo. Cuando era pequeño me lo pasaba bomba enseñando y comentando las pelis. Hay otros cineastas que lo hacen en EEUU, -Joe Dante a lo mejor te pone una noche de terror en Los Angeles- y este tipo de cosas me gustan porque me hacen entrar en contacto con el público real, porque me encanta volverme a sentir también público y porque en el momento en que realmente aparece la oportunidad de hacer una película o ponerme tras la cámara, lo voy a hacer. De hecho hace muy poco rodé la segunda unidad de Red Lights para Rodrigo Cortés y estoy preparando un proyecto que es la adaptación de un comic-book que se llama Soy Legión de Fabien Nury, un comic francés que produce Pierre Spengler. Este es el próximo proyecto si todo va bien.

Fotos: DANIEL LOBATO
Entrevista: IGNACIO ESTRADA / DANIEL LOBATO