En el mundo del cine es raro que una segunda parte supere a la película original y en el del cine de animación, más aún. Lo han conseguido obras como Toy Story 3 y Shrek 2. En junio nos llega la segunda parte del panda guerrero en la antigua china y, sinceramente, supera con creces a la primera entrega.
El porqué lo hayamos, cómo no, en el guión. Jonathan Aibel y Glen Berger están más que acostumbrados a trabajar juntos (ya han colaborado en Monstruos contra Alienígenas y producen juntos El Rey de la Colina) y mezclan a partes iguales momentos muy divertidos con una historia mucho más profunda y épica que la de la primera entrega. Todo ello pensado para agradar tanto al público infantil como a los mayores que acudan a las salas.
Otro punto fuerte de esta película son las voces seleccionadas, pero ése es un tema que quiero tratar aparte.
Las Voces:
En una película de animación, la selección de voces es fundamental. La voz suple todas las carencias de expresividad de los rostros de los dibujos animados, por mucho que haya mejorado la técnica sigue haciéndose muy difícil identificarse con un rinoceronte, una mantis o un oso panda, y si la voz elegida no es la correcta el resultado pierde naturalidad y la película se resiente gravemente. Como ejemplo se me ocurre Madagascar, una película doblada sin ganas, en español y en inglés, que ha quedado como una producción menor.
Jack Black vive entregado a la comedia, sobre todo la enfocada al público infantil y adolescente. Su fichaje para ponerle la voz a Po fue un gran acierto en 2008 y esta película se beneficia de nuevo de sus rápidas frases y sus repentinos y divertidos cambios de tono.
Ahora bien, no es a Jack Black a quien se van a encontrar los espectadores españoles tras la voz del protagonista de esta cinta, sino a Florentino Fernández. Un guardia de seguridad que fue descubierto por Telecinco como humorista y que dio el salto al doblaje con Austin Powers: La Espía que me Achuchó. Y para qué engañaros, ya que en nuestro país se doblan todas las películas de animación, me habría gustado ver cómo se adapta Flo a la voz de un Po más maduro que el de la primera película. Habrá que volverla a ver.
Pero si hablamos de voces que dan carácter no podemos olvidar a Gary Oldman. El actor inglés le da a su personaje (Lord Shen) un carácter único. Pere Molina, su doblador habitual, va a tener muy complicado estar a la altura de este pavo real arrogante y despiadado. Más aún si tenemos en cuenta que también es el doblador habitual de Van Damme (Maestro Croc en la película) y tendrá que poner a hablar a dos de sus personajes.
La Pega:
A alguien en Hollywood habría que darle un buen tirón de orejas. Si nos pretenden imponer poco a poco el 3D, a lo que no me opongo, por lo menos podrían trabajarlo un poco más. Porque el nivel del 3D en Kung Fu Panda 2 es prácticamente nulo, hasta el punto de que más de un espectador acaba poniéndose y quitándose las famosas gafas polarizadas para comprobar si hay alguna diferencia.
Esto, que puede parecer una tontería, es algo de lo que preocuparse. La última entrega de Piratas del Caribe ha hecho casi toda su taquilla con la versión tradicional, pese a estar rodada contando con el 3D. Con lo costoso que es preparar dos versiones distintas de una película, que una de ellas tenga el resultado de salas vacías es preocupante. Kung Fu Panda 2 peca de lo mismo y es una verdadera lástima.
La Banda Sonora:
A cargo de dos pesos pesados como Hans Zimmer (Gladiator) y John Powell (Cómo Entrenar a tu Dragón). Se encargaron también de la primera película y en esta hacen un excelente trabajo. La componen temas instrumentales que mezclan lo orquestal típico de Zimmer (que recuerda levemente a Piratas del Caribe) con el cuidado uso de recursos electrónicos de Powell y con una serie de ritmos orientales muy frescos y que ayudan perfectamente a colorear musicalmente los escenarios del film.
Ojo al tema de los títulos de crédito finales. Un remix increíblemente pegadizo de uno de los temas iniciales de la banda sonora acompañado por imágenes que resumen las dos películas de la saga.
En resumen:
Grandes dosis de humor sin renunciar a una buena historia. Hollywood se debería fijar en que vale más la pena dejarse el dinero en buenos guiones que en virguerías técnicas.
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