Steven Spielberg apadrina este verano tres proyectos de sus “niños bonitos”, los que se podrían denominar los herederos del Rey Midas de los 90: John Favreau y su Cowboys & Aliens, JJ Abrams y Super 8 y, por último, Michael Bay con la tercera entrega de Transformers.
De estos tres directores Bay representa la apuesta por el cine más palomitero y efectista. Las dos primeras entregas de Transformers supusieron un tremendo éxito en taquilla y merchandising y esta tercera parte probablemente no se quedará atrás. Pero será más por falta de competencia (hasta que se estrene la última de Harry Potter el 15 de julio su único rival de calado es Resacón 2) que por las virtudes de este poco acertado film.
Lo que no se debe hacer con una tercera parte:
Transformers 3 supone un compendio de cosas que no se deben hacer en el cine, mucho menos para cerrar una saga tan entretenida como lo ha sido esta:
- Personajes innecesarios: Los padres de Sam Witwicky (Shia LaBeouf) eran muy divertidos en la primera y, si me apuráis, segunda entregas. Cuando aún vivía con ellos y les tenía que rendir cuentas aportaban a la aventura la tan necesaria dosis de humor para momentos puntuales. Sin embargo en esta entrega, con el hijo independizado, no aportan absolutamente nada a la película. Sus escenas suponen el momento perfecto para levantarse e ir al baño. John Malkovich (Bruce Brazos) está porque tiene que haber un personaje tiránico que se vuelva servicial y el agente Simmons (John Turturro) ya no casa en ese papel.
- Personajes contradictorios o sin motivación clara: Epps (Tyrese Gibson) tan pronto odia el ejército como lo echa de menos. Megatron (al que pone voz el omnipresente Hugo Weaving) aparece y desaparece de la película sin ton ni son, Mearing (Frances McDormand) comienza la película aparentando una importancia que no llega a concretarse… y así una y otra vez.
- La evolución de Sam: El personaje protagonista tenía un descaro en las primeras entregas que se ha tornado en esta última por una frustración violenta muy poco atractiva, la emprende a golpes con objetos tantas veces en la película que uno pierde la cuenta.
- Rosie Huntington-Whiteley: De acuerdo, Megan Fox no es una actriz que tenga pinta de ser oscarizable, pero al menos tenía una pizca de chispa, de picardía, que no tiene ni por asomo su sustituta, la cual posa maravillosamente bien para la cámara, pero no hace absolutamente nada más que eso: posar.
- La duración: La principal consecuencia de los anteriores despropósitos se concreta en una película larguísima (más de dos horas y media) dividida en dos partes, de las cuales la primera es tan carente de acción y de interés (ahí van todas las escenas familiares de los Witwicky) que prácticamente sobra entera.
- El 3D: Menos mal que la tecnología de las tres dimensiones no nos viene impuesta porque la utilizada en esta película es, en sus mejores momentos, irrelevante. En Estados Unidos habían fijado esta película como una de las referencias para ver qué camino debía tomar el 3D a partir de ahora. Este camino está claro que no.
Lo que hará que esta película triunfe:
Como ya he dicho al principio una de las grandes bazas de esta película es su fecha de estreno. Con Harry Potter sin estrenar y con X-Men y Hanna lo suficientemente lejos, Transformers 3 es prácticamente la única opción para el segmento de población al que va dirigida.
Por otra parte hay que reconocerle a Michael Bay su maestría para las escenas de acción. El componente humano en dichas escenas gana bastante peso en esta película y lo hace muy bien, con escenas de enfrentamientos entre humanos y Decepticons realmente espectaculares y muy bien coreografiadas.
La música:
Tampoco se entiende que el CD comercializado con la banda sonora contenga dos temas aparecidos en la película y nueve escogidos al azar entre los del panorama musical actual. En las entregas anteriores también hubo una selección musical del momento, pero los temas, al menos, sonaban en el filme. Por otra parte, la música original vuelve a caer en manos de Steve Jablonsky, que apenas tiene un pequeño momento de lucimiento al mezclar su percusión con los sonidos de los disparos enemigos en uno de sus temas.
En resumen:
Una muy mala manera de cerrar la trilogía de Transformers. El escaso guión ya nos lo esperábamos, pero la mala hechura de esta cinta es una sorpresa muy poco grata.
Deja un comentario: