Amparándose en la inmensidad del paisaje nepalí, Iciar Bollaín nos presenta una historia extremadamente sencilla sobre una mujer (Verónica Echegui) que tras una infancia difícil dedica su vida adulta a ayudar a los más desfavorecidos, anteponiendo el bien común al suyo propio.
Un relato que aborda la complicada (e injusta) situación en la que viven en Nepal, cuya sociedad se rige por la estricta jerarquía que imponen las castas sociales y en la que las oportunidades se pueden contar con los dedos de una mano. Un marco perfecto quizás para denunciar, quizás para conocer otras realidades, quizás simplemente para reflexionar sobre nosotros mismos y nuestra concepción de las cosas… Quizás un poco de todo. Y quizás yo sea demasiado insensible, pero la sensación que me transmite Katmandú es la de quedarse a medio camino de todo. Está más cerca de un programa tipo Españoles por el mundo que de una historia que conmueva.
Se la presupone muy emocional y comprometida, pero su discurso (al menos el primero) no termina de calar. Y no llega a conectar por su simpleza, es una historia muy lineal, a la que le falta profundidad tanto en los personajes como en la trama en sí. Vemos los avatares a los que se enfrenta la protagonista y como los supera, pero uno no llega a empatizar del todo con ella. Sufre, llora, ríe, lucha, ama… pero no evoluciona. La película cuenta con dos o tres flashbacks en los que se explican algunos hechos que determinan su forma de ser. Hechos que (de una forma u otra) se repiten cuando se encuentra en Nepal. Sin embargo, Laia (así es como se llama el personaje de Echegui), no es capaz de acudir a sus vivencias, afronta dichos problemas como si fuera la primera vez que se le presentan. No parece aprender de sus errores.
Con estos lastres, Verónica, sin llegar a encandilar, hace un trabajo correcto.
Ahora bien, visualmente Katmandú es una propuesta muy hermosa. La película sabe aprovechar la espectacularidad que ofrece el paisaje nepalí y nos regala planos bellísimos que justifican el largo viaje del equipo para rodar en aquellas tierras
Deja un comentario: