Brad Pitt, mochilero por el mundo, y una marea de zombies que provoca la destrucción a su paso. Grosso modo esto es lo que nos promete Guerra Mundial Z, la adaptación a la gran pantalla de la novela homónima de Max Brooks sobre un Apocalipsis zombie y la lucha de un hombre por salvar a la humanidad.

Pocas claves en cuanto al argumento sacamos en claro del visionado de 15 minutos al que hemos podido asistir. Y es que para evitar spoilers y dejar a más de uno con la boca abierta, las escenas seleccionadas para la proyección lo que han pretendido es demostrar el despliegue visual del film. Una cosa es segura, si esta ha sido solo una pequeña muestra de lo que nos espera, Guerra Mundial Z promete ser uno de los títulos de acción de la temporada.

Atendiendo a la ausencia de sangre (tiene una calificación PG-13) y la omnipresencia de Brad Pitt en pantalla, es difícil aventurar el grado de terror que tendrá la propuesta, más centrada en causar momentos de tensión. Con un presupuesto estimado de $200 millones, los productores no pueden permitirse un fracaso en taquilla. Así, la acción será uno de los puntos fuertes de la película. Como buen blockbuster que se precie, Guerra Mundial Z tira de efectos digitales para traer el caos al mundo. Estos funcionan mejor para crear grandes escenarios que para mostrar a los infectados, con alguno que otro que no termina de resultar verosímil (para tranquilizarnos, en un vídeo de presentación Marc Foster aseguraba que ni la imagen ni el sonido que veríamos serían los finales). Un poco menos de ordenador y algo más de trabajo de maquillaje habría sido mejor opción. ¿Cosas de los reshoots? Quién sabe.

Sea como fuere, con las potentes escenas que nos promete la película esto no son más que detalles secundarios. Las secuencias de acción saben como mantener al espectador pegado a su butaca. Una edición correcta y un certero sonido logran introducirnos en medio de lo que acontece ante nosotros. Con el punto de vista que toma la narración muy claro en todo momento (seguimos siempre a Brad Pitt) nos es muy sencillo ponernos en la piel del protagonista y ser más receptivos a los estímulos que nos intenta provocar el film.

Uno de los aspectos más interesantes que nos ofrece Guerra Mundial Z es la definición (visual) de los zombies como una marea. Los infectados se vuelven completamente desquiciados y sprintan sin control en busca de nuevas víctimas. Esto hace que vayan todos a una y avancen como olas enfurecidas destrozándolo todo a su paso, tal como podemos ver en el tráiler.