Brian Wood sigue enfrascado en su arco argumental Muertas, con el que reta a las X-Men.

Llegados al ecuador de este segundo arco argumental de la cabecera protagonizada por las mujeres-X, ya se puede predecir por dónde van a ir los tiros. Muertas empieza a definirse como una continuación / secuela de Primordial, con John Sublime mostrando poco interés en abandonar la serie y con Arkea de nuevo en primera línea, aunque ahora acompañada de la nueva Hermandad de Dama Mortal con miembros de excepción como La Encantadora.

Wood no tiene reparos en sacar personajes de una u otra colección si sirven a sus propósitos y de momento la jugada le está saliendo bien. Aunque a medida que se desarrolla la trama el número de actores empieza a ser alarmante para un buen equilibrio, de momento ninguno parece fuera de lugar.

La historia, sin ser nada espectacular, funciona bastante bien, con un protagonismo muy repartido. Quizás este X-Men #37 se quede un poco corto, ya que la trama avanza muy poco, limitándose a aumentar el nivel de la amenaza que han de detener las mujeres-X. Es previsible que el próximo número tampoco suponga ninguna revolución, dejando para las dos últimas partes del arco argumental las escenas más espectaculares y las revelaciones de rigor. Después de ahondar en los diferentes caracteres del equipo, Brian Wood centra ahora su atención en el plantel de villanas, aunque sin profundizar demasiado en ellas, lo justo para enfatizar el peligro que representan.

Hay poco que resaltar de un número transitorio, concebido con vistas a preparar el terreno a un apoteósico final que pretende llevar la escala del conflicto a niveles globales. Veremos como se desarrolla la trama.