¡Doble ración de las mujerres-X de Brian Wood!
En los cómics, como en la vida, todo es cíclico. Esta norma ni escrita tiene en los mutantes de Marvel su máximo exponente. Lo vimos hace nada con la «vuelta» de Jran Grey al centro de las miradas y lo encontramos ahora en el resurgir de la versión femenina de La Hermandad de Mutantes cin Dama Mortal como adalid del grupo de villanas.
Después del impasse que ha supuesto La Batalla del Átomo para todas las cabeceras de la franquicia, las X-Men de Brian Wood se embarcan en una nueva saga que toma por título Muertas y que acaparará el foco del autor durante los próximos meses. Una aventura en la que se redefinirá esta agrupación encabezada por Tormenta y Rachel Grey y que en sus primeros dos números ya se muestra interesada en profundizar en la nueva condición de Karima Shapandar (Centinela Omega) y en la joven madre en la que se ha convertido Júbilo. Así, uno de los puntos en los que más se sigue incidiendo es en la faceta íntima de sus protagonistas, dotándolas de una cercanía y familiaridad con el lector que quizás en las series principales no podemos ver con tanta claridad. Esto lo vemos especialmente en X-Men #35, ya que en el siguiente cuaderno Karima pasa a un segundo plano para dar cabida a la aparición de los personajes que irán dando forma a esta renacida Hermandad de Mutantes.
Se nota también que Wood quedó satisfecho con Arkea y las posibilidades que representaba por lo que no ha dudado en volver a ella para iniciar esta nueva saga, logrando así que el paso de una aventura a otra sea lo más fluido y natural posible. Esta conectividad, sin embargo, impide que nuevos lectores puedan acercarse al cómic con la serie ya avanzada.
Brian Wood (acompañado por Terry Dodson a los lápices) está tejiendo este relato pasito a pasito. El tempo narrativo es muy pausado, dejando que los acontecimientos se vayan macerando y la acción no resulte precipitada o gratuita. Un esquema que ya utilizó en la anterior aventura de las mujeres-X y que aquí parece llevado aún más allá. A favor tiene que le permite, como decíamos antes, profundizar mucho más en sus personajes, pero al mismo tiempo puede llegar a desesperar al lector ocasional que busque altas dosis de espectacularidad y evasión en las páginas de un cómic.
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