Ahora y siempre

Título Original: Now Is Good

Director: Ol Parker

Guión: Ol Parker, basado en la novela de Jenny Downham

Reparto: Dakota Fanning, Jeremy Irvine, Kaya Scodelario, Olivia Williams, Paddy Considine

Reino Unido / 2012 / 104′

Productora: Goldcrest Pictures / BBC Films / Blueprint Pictures / Lipsync Productions / UK Film Council

Now is good llega con retraso a España, y se engancha al aluvión que estamos padeciendo con tantas historias melosas que hacen subir las ventas de kleenex. La moda de películas pastel dirigida a derramar lágrimas sigue su curso, es un género como otro cualquiera, y se encarga de darnos homenajes, igual que cuando se va a una tienda de chuches para deleitarnos…

Now is good llega con retraso a España, y se engancha al aluvión que estamos padeciendo con tantas historias melosas que hacen subir las ventas de kleenex. La moda de películas pastel dirigida a derramar lágrimas sigue su curso, es un género como otro cualquiera, y se encarga de darnos homenajes, igual que cuando se va a una tienda de chuches para deleitarnos con un atracón hasta que reventemos. Porque también, de vez en cuando, hay que otorgarse alguna que otra dosis más empalagosas a la par que duras, esas que nos provocan llorar. Y como en todas las categorías cinematográficas, las hay buenas y malas.

Tras Perdona si te llamo amor o Bajo la misma estrella, ahora es el turno de una producción más pequeña, sitiada en Inglaterra, concretamente en Brighton. La ciudad costera se luce y se hace más bonito con todas esas toneladas de azúcar encima. Y todo para contar una triste historia. El drama viene ya con la situación de la protagonista: Tan sólo es adolescente y Tessa tiene cáncer terminal. Por ello quiere hacer todas las cosas que siempre ha querido en lo que le queda de vida.

¿Qué querría una chica de tan corta edad hacer antes de morir? Los anhelos que desea cumplir están más que justificados: perder la virginidad, tener encuentros con la autoridad, probar las drogas,… Vamos, cosas no raras dentro del mundo adolescente. Ella asume la terrible noticia con envidiable aplomo, mejor que sus progenitores a los que la circunstancia les supera.

Con modestia se presenta esta historia perteneciente a la categoría «amor adolescente», la cual no esconde en ningún momento. Demasiado idílica y con exceso de caramelo, pero como la mayoría de los títulos que recurren a la lágrima asegurada como recurso; el trasfondo no es muy extenso y se mantiene en la idea superficial del amor. Otra cosa es que para los que están alejados de ese género, mayores de diecisiete años sobre todo, les chirríe tanta idealización. Normal con tantos paseos en moto por la playa, tantas ilusiones y tanto dulzor tremendista. Está salpicada por escenas estereotipadas a más no poder. Algunas muy cursis, otras más aceptables, como la del esperado beso entre la pareja.

Aun así, hay una dirección artística que sigue bien su estela y va acorde con el ambiente generacional; arrancando cual videoclip con los títulos de crédito y continúa de forma sencilla en todo el metraje.

Pese a todos los contras y que no es una película grande, su actriz principal sobresale. Dakota Fanning progresa adecuadamente como intérprete. Ojalá no se encasille en producciones pequeñas porque talento no le falta, ni tampoco años para desarrollar una carrera prometedora. Su príncipe encantador lleva el rostro de Jeremy Irvine, también en actual estado de gracia, y que no sale mal parado.

Con aires de telefilme, esta típica propuesta da una vez más, una lección siempre necesaria del carpe diem y del sentido de la vida. Nada nuevo, tan sólo lleva a cabo su cometido. Y dada la época en la que llega, va a estar eclipsada por Bajo la misma estrella, mal que le pese.