Cuando uno se dedica a emitir opiniones sobre las películas que se van a estrenar o se estrenaron trata siempre de estar muy seguro antes de afirmar nada, para no tener que retractarse luego. Sin embargo hay veces que una película nos hace replantearnos todas las críticas negativas que hayamos escrito anteriormente. Hay veces, repito, que una película es tan sonrojante que hace que un servidor se pare a pensar un momento en si eran tan malas otras películas que vio.
El guión de One for the Money pululó por Hollywood durante bastante tiempo hasta que Katherine Heigl decidió que si nadie lo quería sería ella quien produjera y protagonizara una de esas películas que, por suerte, terminan pasando desapercibidas.
Peli de instituto:
La realización de La Cazarrecompensas es, por usar un término fino, chapucera. A una fotografía nada atractiva hemos de sumar enormes lagunas de guión y un nulo control de los tiempos, en cien metros de paseo nos llegan a intentar vender que han pasado las suficientes horas como para que de una escena de principios de la tarde se pase a otra de noche cerrada. Literal. Da la impresión de ser una película rodada por unos colegas del instituto sin apenas conocimientos pero con el dinero suficiente como para utilizar a un reparto con los olvidados de Hollywood.
El currículo de la directora, Julie Anne Robinson, pasa mayoritariamente por la televisión, donde ha dirigido capítulos de series como Anatomía de Grey. En el cine su única experiencia consiste en la soporífera La Última Canción que protagonizara Miley Cyrus. La manera de contar las cosas de la directora (a modo de relato en primera persona de la protagonista) nos recuerda levemente a El Diario de Bridget Jones, pero en esta cinta no existe ni una pizca de la ironía que podíamos percibir en la de Sharon Maguire.
Peli sonrojante:
Pero lo peor, lo que consigue sacarnos los colores y que nos restreguemos los ojos con incredulidad es la moraleja que sacamos al final del filme. Esta cinta guionizada por mujeres, dirigida por una mujer, protagonizada por una actriz y basada en la novela de una escritora nos enseña que una chica puede intentar hacer cosas «de hombres», pero que sin su ayuda no llegará a ninguna parte. Nos da a entender que lo más importante para una fémina es lucir tipazo en cualquier situación y nos deja clarísimo que, al fin y al cabo, la mayor preocupación de una dama es la de estar guapa y conquistar a su príncipe azul.
Peli porno:
Para completar el despropósito Deborah Lurie prepara una banda sonora que saca al espectador de la película y que tiene un cierto regusto a la tan manida música de las películas porno setenteras, detalle que no puede sino provocar que quien firma esta crítica enarque una ceja y termine riéndose sin remedio. A los temas instrumentales les añade canciones como Hit Me with your Best Shot, de Delilah Bright, que dejan muy claro el carácter de la película.
En resumen:
La Cazarrecompensas le gustará a alguien, no lo niego, pero no hace ni un sólo mérito para lograrlo y lo que sí que consigue es que el público mire al reloj una y otra vez en los 90 minutos que dura. Un dato curioso para terminar: El cartel español de la película contiene un error gramatical más que evidente, ¿lo habéis visto?
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