La oportunidad de mi vida

La oportunidad de mi vida: Otra forma de ver las cosas

La vida de Julien (François-Xavier Demaison) ha estado siempre llena de desgracias a su alrededor. Ninguna relación con una mujer le ha salido bien, acabando siempre de forma accidental. A pesar de ello, su vida gira en torno a la vida matrimonial, ya que su labor es asesorar a parejas en crisis. Y se le da muy bien, desde que era un niño se dedica a salvar parejas. En estas tareas se encuentra cuando su camino se cruza con Joanna (Virginie Efira), la única mujer con la que dura algo más de dos semanas y que parece no ver la realidad…

 

Hablamos de La oportunidad de mi vida (La Chance de ma vie), una comedia francesa dirigida por el director Nicolas Cuche. Poco ducho en realizar películas, es más bien un hombre de series de ámbito francés ahora enfrascado en un ambicioso nuevo proyecto, Inquisitio, un thriller medieval para la cadena France 2.

 

La oportunidad de mi vida

 

La oportunidad de mi vida es una comedia con elementos muy americanos. Recuerda, desde su inicio disparatado y ágil, a comedias amorosas como Algo pasa con Mary o la reciente y brillante Rumores y mentiras. Posee elementos típicos, pero no por ello cansinos. Si se sabe utilizar bien aún tienen gancho, como la típica pareja bien avenida, algún personaje gay, escenas ilógicas y algo fantásticas, «los padres de ellos», situaciones comprometidas… No por ser algo común no puede convertirse en audaz y fresca. El film no se hace pesado en ningún momento y mientras ves la película parece que te lleva por una suave montaña rusa de sentimientos y risas. Además, la pareja protagonista cae bien desde un principio, porque aunque la chica pueda parecer despampanante y por ello algo lejana, nada más lejos de la realidad; resulta cercana, cariñosa y de dúctil carácter.

 

Formalmente, el montaje es muy raudo, enganchando con el espectador desde el principio; un montaje algo nervioso al principio por su continuo ir y venir de imágenes para facilitar la labor de la voz en off, pero que se va controlando y convirtiéndose en ligero, resuelto y decidido. Usan efectos muy de moda, como la cámara lenta, fotografías, infografías, voz en off… todo ello para hacer de la película un relato dinámico, algo que se agradece.

 

Aún siendo una comedia muy americana, tiene su parte europea, y francesa, como es lógico, esto hace que se trate a los personajes desde otra perspectiva más cálida y humana. Además tiene el estilo de algunas comedias francesas de los setenta, donde el sufrimiento humano pasa casi desapercibido.

 

La oportunidad de mi vida

 

El actor protagonista, François-Xavier Demaison, que encarna a Julien, parece en la gran pantalla y metido en su papel, un hombre decidido y totalmente seguro de sí mismo, pero cambia radicalmente en presencia de Joanna, interpretada por Virginie Efira; a su lado parece un oso amoroso y bondadoso, lo cual no pega con la aparente potencia física de Joanna. Todo muy lógico y convincente porque ayuda a creernos al personaje del chico dado su historial de fracasos amorosos, y dado que ninguno de nosotros tenemos una única cara frente al exterior, no al menos hoy en día.. Esto quizás es lo que haga a la pareja bastante asequible; esto y que después son la misma clase de persona, buenos y con los mismos objetivos. Los actores están perfectamente compenetrados (miradas, sonrisas…) y bordan su papel cómico. A priori puede parecer que dos actores están bien compenetrados si es creíble su relación en pantalla, si nos hacen reír, etc. pero puede ser que luego detrás de las cámaras se llevasen a muerte, y sean buenísimos actores para ocultar sus sentimientos. Pero aquí hablamos de opiniones subjetivas, nunca, jamás hay objetividad. En palabras del director: (sobre Virginie Efira) «me gusta su sentido cómico, su forma de hacerse con las situaciones imposibles. Su frescura encaja perfectamente con el tono de la película (…)«.

 

Al final la comedia sirve para contarnos un relato sobre la buena o mala suerte. «No soy nada supersticiosa. Como hija de médico, soy una persona pragmática y no soy de las que llevan amuletos» (Efira). «Incluso siendo pragmático, no queda más remedio que reconocer que algunas personas tienen más o menos suerte que la media» (Demaison). Definitivamente, lo que importa es como te tomes tú la vida y las cosas que te ocurren, la forma de ver las cosas, la perspectiva hace que un hecho esté tocado por la mala o la buena suerte.

 

El mercado está saturado por multitud de comedias, como actualmente el de los videojuegos lo está de shooters. No por ello no pueden aparecer buenas comedias, aunque si es más difícil destacar, y por ello más meritorio; si es un film del montón, pasará desapercibido. Para el que escribe estás valientes líneas, es una película muy interesante y recomendable, ya que cumple con su objetivo, hacer reír y entretener hasta el final.

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