«Flash, uno de los mejores amigos de Green Lantern, ha vuelto al mundo de los vivos para averiguar que muchos de sus antiguos compañeros han fallecido… pero solo es cuestión de tiempo que regresen. Y es que Mano Negra, uno de los peores enemigos de Hal Jordan, se ha convertido en el adalid de una fuerza siniestra y desconocida que, por medio de unos anillos negros, está levantando a los muertos de sus tumbas para convertirlos en una de las amenazas más peligrosas que el universo haya conocido: ¡los Black Lanterns!«.

Pocos esperaban allá por 2005 (quizás ni el propio Geoff Johns) que Hal Jordan (Green Lantern) resucitaría protagonizando una de las mejores etapas de su carrera superheroica, la cual abarca Green Lantern: Renacimiento, La Guerra de los Siniestro Corps y La noche más oscura. Un proyecto que visto con perspectiva parece titánico si sumamos además, El día más brillante.

Un poco de historia

En 1994, la saga Emerald Twilight (Ron Marz) narraba la destrucción de Coast City a manos de Cyborg Superman, llevando a Jordan a la locura y convirtiéndolo en Parallax. Bajo su nuevo avatar acabó con los Green Lantern Corps y con la batería central de poder. Y tras intentar destruir el mundo y rehacerlo a su imagen en Hora Cero (Dan Jurgens, 1994), Jordan se redimió sacrificando su vida para salvar la tierra en Noche Final (Karl Kesel, 1996). Muerto y purgando en el infierno, Jordan se fusionó con El Espectro (encarnación del espíritu de la venganza) en Día del juicio (Geoff Johns, 1999). Finalmente, en octubre de 2004, Johns volvió al personaje trayéndolo al mundo de los vivos para vencer a Parallax que intenta apoderarse otra vez de él. Entre medias Coast City reaparece (pero esto es otra historia).

Con Jordan rehabilitado y de vuelta al cuerpo de Green Lanterns, Geoff buscó inspiración en Tigres de Alan Moore (1986, recopilada recientemente en El Universo DC de Alan Moore) para desarrollar La Guerra de los Siniestro Corps en la que (obvio) Siniestro y sus Corps, portadores de anillos de poder amarillo del miedo, intentan acabar con los Green Lantern y de paso el universo.

Como consecuencia, tras reconocer que la profecía de la noche más oscura se hará realidad, los Guardianes crean el anillo de poder azul con la intención de extender la esperanza por el universo (recordemos que cada anillo representa un color del espectro emocional: verde-voluntad, amarillo-miedo, rojo-rabia, naranja-avaricia, azul-esperanza, violenta-amor e índigo-compasión). Por su parte, Antimonitor es aprisionado dentro de una Batería de Poder Negra, dando la bienvenida así a La noche más oscura…

Trío protagonista

Este inmenso volumen de 528 páginas incluye Blackest Night nº 0-8, Green Lantern nº 43-52 y Untold Tales of Blackest Night, con lo que es fácil imaginar quien es el centro de la historia, Hal Jordan y los lanterns. Sin embargo, este macro-evento repercute en todo el universo DC y todos (héroes y villanos) en mayor o menor medida hacen su aparición. Y aquí destaca la importancia de dos personajes en concreto: Flash y Batman. Es preciso que nos centremos en ellos por un momento porque a lo largo de este denominado ómnibus se hacen constantes alusiones a su situación actual sin aclarar de donde vienen. Con otros personajes como Mera o Átomo, por ejemplo, por mucho pasado que tengan, el lector ocasional no tiene mayores problemas para situarlos. Pero con los dos primeros, al ser héroes tan reconocibles para el público (lector asiduo o esporádico por igual), la continuidad puede ser un problema.

Flash. Tras dar su vida en el crossover Crisis en tierras infinitas (1985-86), Barry Allen revivió en Flash: Renacimiento (Geoff Johns, 2009) y ahora intenta encontrar su sitio en un mundo que ha cambiado en su ausencia.

Batman. El lector primerizo se sorprenderá al descubrir en las primeras páginas que [SPOILER]Batman está muerto. Desapareció en el crossover Crisis Final (Grant Morrison, 2008)[FIN SPOILER].

La Noche Más Oscura

Los muertos (anillos negros mediante) vuelven a la vida y la única forma de vencerlos es unirse, dejando las discrepancias y enemistades a un lado. Un mal recogido en forma de profecía por el Libro de Oa, según el cual, la aparición de varios cuerpos de Lanterns que cubrirían el espectro emocional (los siete colores), llevaría a una Guerra de la Luz que podría destruir el universo. El Apocalipsis.

La noche más oscura es toda una epopeya interplanetaria que sirve para que Hal Jordan se redima por completo y que junto al resto de héroes, se enfrente a sus fantasmas. La muerte (no solo por los zombies y poseídos) está presente en todo momento, lo que le da un cariz bastante trágico a la historia.

Quizás lo más interesante (y atractivo) sea el hecho de que (al contrario de lo que suele suceder en DC) resulta muy fácil seguir la narración. Al tratarse de una profecía que se está cumpliendo, los autores aluden con frecuencia al pasado para esclarecer la situación que viven nuestros héroes, con lo que más allá de la aparición de algunos personajes que pueden ser desconocidos para el lector no familiarizado con la editorial, entrar en materia y comprender (y disfrutar) de la trama es una tarea sencilla para cualquiera. En este sentido, gracias a la inclusión no solo del evento en sí, sino de los números originales de la colección de Green Lantern, La noche más oscura se puede tomar como un volumen autoconclusivo. Por el mismo motivo que hemos esgrimido al principio del párrafo, el cual le aporta una independencia de la que carecen la mayoría de crossovers a los que estamos acostumbrados (ya sean DC o Marvel).

Si algo podrían echar en falta algunos, sería la participación casi anecdótica de Superman en una trama de tales proporciones, con la vida del universo en juego. Hecho que se debe a lo enraizado que está el evento en la mitología de Green Lantern y que se justificó en su momento con un especial de tres números del hombre de acero [SPOILER]según el cuál, tanto Clark como Superboy hicieron frente a la amenaza en Smalville, preocupándose de recuperar el pueblo antes de ayudar en otro sitio[FIN SPOILER]. Pero bueno, esto ya sería entrar en simpatías y antipatías personales.

Lápices

Poco que decir del trabajo de Ivan Reis y Doug Mahnke (dibujantes principales), bien adoctrinados en los estándares del cómic superheroico. Con la dosis suficiente de realismo sus estilos similares le aportan una sensación de unidad al ómnibus, indispensable para poder entrar de lleno en él. Aunque es Reis quien mejor sabe aprovechar las herramientas que le brinda la historia (transcurre, por supuesto, de noche), utilizando muy bien las sombras para potenciar los contrastes entre la oscuridad que se cierne sobre los protagonistas y la luz de los lanterns.