Johnny English Returns

Johnny English Returns: Mucho ruido y pocas nueces

Muchos recordamos con agrado la primera entrega en 2003 de este disparatado y poco convencional superespía internacional interpretado por Rowan Atkinson o mundialmente conocido como Mr. Bean. Aquella fue una película bastante buena que nos dejó muchos momentos desternillantes, de la mano de este genio de la comedia que siempre parece encontrar la fórmula para arrancar la risa al espectador.

 

Sin embargo, a la hora de hablar de la segunda estrega de este divertidísimo personaje, es inevitable la comparación con la primera y darse cuenta de que el nivel ha bajado. Es cierto que nos encontramos ante una trama mucho más «seria» y apropiada para una película de espías en la que nuestro protagonista combate a una organización internacional dedicada al asesinato de grandes figuras públicas, a diferencia de la divertida pero absurda historia de la primera entrega en la que un loco John Malkovich pretendía ser coronado Rey para convertir el Reino Unido en una enorme prisión. Pero a este respecto hay que apuntar en lo que a las comedias se refiere no resulta tan relevante el argumento como la fuerza y originalidad en los chistes, siendo este el principal punto del que adolece la cinta.

 

Johnny English

 

Johnny English Returns es una película divertida y capaz de entretener al público, pero no se le puede pedir nada más, no puede decirse que sea una gran comedia, es el desfile de un humor muy básico y repetido que hace que el film pierda toda su frescura y originalidad. Es cierto que posee momentos graciosos, pero encontramos el problema de que los mejores golpes se encuentras muy desperdigados a lo largo de los 88 minutos que dura la película y así como que tampoco brillan por su fuerza innovadora, que es un pilar fundamental del humor en el cine y en general.

 

A pesar de todo y de que el film suponga un paso atrás en cuanto a la posición en que se encontraba la anterior entrega, hay que reconocer que el gran Rowan Atkinson una vez más realiza una interpretación divertidísima encarnando a este superagente tan entrañable, hasta tal punto que está película como muchas otras, no gozarían del peso que tienen si no fuese por el valor que el actor aporta con su trabajo.

 

No obstante, al margen de los elogios que merece el señor Atkinson, otra de las carencias de la película que ha contribuido a la perdida de nivel es que difícilmente un solo actor puede llevar el peso de toda la película, y es que nos encontramos con un reparto que sin ser malo, tampoco resulta especialmente destacable, a diferencia de la pasada entrega donde comprobamos lo que la actuación de grandes actores como Tim Pigott-Smith, Ben Miller o John Malkovich, podían hacer para aportar mucha más riqueza al proyecto.

 

En definitiva Johnny English Returns es una película entretenida pero que no ofrece nada nuevo a un espectador cansado de los mismo «gags». Es la típica comedia que no disgusta pero que solo la vernos cuando no hay una opción mejor.

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