Ya no se llevan los Stallones. O eso me parece a mí al ver películas como Kick-Ass, Zombieland o la que nos ocupa hoy. Al musculoso héroe de acción capaz de derribar helicópteros de una pedrada o de partir nueces con los glúteos le ha reemplazado el tirillas que trataba de pasar desapercibido en clase de gimnasia. Eso es amigos, el nuevo héroe es Milhouse.
Bromas aparte, le tenía ganas a esta película desde hace ya casi un año, cuando anunciaron su estreno para el verano en los EEUU, por estética, por temática y por algún otro detalle que ya comentaré más adelante. En el apartado gráfico no decepciona, bonitas coreografías, bonitos tortazos y muy buenos efectos especiales. Por otra parte, esta película se apunta, como ya hiciera Zombieland, a eso de poner cartelitos al lado de los personajes. Si una lo hacía con las normas del buen superviviente ésta lo hace con fichas de personajes, objetos, puntuaciones, emoticonos en la cara… Llegando a abusar de ellos en ocasiones.
La historia:
Scott Pilgrim (Michael Cera) es el bajista de una banda de rock amateur llamada los Sex Bob-omb (en referencia a las bombitas del Super Mario) Es un pardillo sin demasiado amor propio que perdió totalmente su autoestima cuando su novia le dejó para triunfar en otra banda. Ahora ha comenzado a salir con una chica de instituto llamada Knives Chau (Ellen Wong) que le idolatra. Un buen día conoce a Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead) y se enamora perdidamente de ella. Lo que no sabe es que, si quiere que sea suya, deberá derrotar a sus siete ex-novios malvados.
Dicho así, parece un argumento absurdo.
El problema, a mi parecer, es que casi todos los secundarios molan mucho más que el protagonista. Wallace (Kieran Culkin), el compañero gay de piso y cama de Scott es un personaje divertidísimo al que llegado un momento echas de menos en las escenas; Kim Pine (Alison Pill), con su pesimismo y sus arranques de rabia, me parece un personaje muy curioso, Ramona es un personaje misterioso y sugerente… Sin embargo, Scott, con sus dudas y temores, llega a cansar. Antes hacía referencia a Kick-Ass y a Zombieland. La diferencia con estas dos películas es que, mientras que en ellas el tirillas, poco a poco va evolucionando en héroe, en esta, tras cada «batalla» Scott vuelve a ser el Milhouse de siempre (y a veces durante las batallas).
Lo que sí que es un gran acierto en esta película son los siete ex-novios. A cada cual más bizarro y poderoso, son muy divertidos de ver y al final te quedas con la sensación de que faltarían unos cuantos más.
Los actores:
En general, las actuaciones son correctas y creíbles. Michael Cera, al que quizás recordéis de Juno o (ains…) Supersalidos, es el perfecto mindundi. Mary Elizabeth Winstead (Death Proof, La Jungla 4.0) me parece embrujadora. Ellen Wong (This is Wonderland) está magnífica dentro del patetismo de su personaje. Aunque mi preferido, sin dudarlo es Kieran Culkin (el hermano del chaval más problemático cada vez que se queda Solo en Casa), como ya he dicho antes, Wallace es un personaje muy entretenido, sin la pluma a la que se recurre tantas veces y tan tontamente para retratar al amigo gay.
El director:
Edgar Wright (Zombies Party, Arma Fatal) es la otra persona en la que yo tenía puesto mi interés cuando me hablaron de la película. Dentro de un par de años (más bien en 2013) terminará de rodar la película del Hombre Hormiga (uno de los personajes más complicados de llevar a la pantalla de la factoría Marvel) para completar el elenco de Los Vengadores y me interesaba saber cómo podía trabajar alguien con un material a priori difícil de llevar al cine.
La verdad es que el director aprueba el examen tirando de ingenio. La película es más una sucesión de escenas que una continuidad hecha y derecha y precisamente es ese el recurso necesario para que la aventura no descarrile ni haga demasiadas aguas.
La banda sonora:
Sin duda alguna, uno de los puntos fuertes de la película. Casi todas las batallas tienen a la música como gran protagonista. Nigel Godrich hace una muy buena selección de temas tanto propios como de grupos actuales como son Broken Social Scene, Metric o Dan The Automator.
En resumen:
En resumen diré que si a partir del 12 de Noviembre tenéis una tarde libre con los amigos y 7 eurillos de más en el bolsillo deberíais darle una oportunidad a esta película que, si bien no es una obra maestra del género, divierte bastante al espectador.
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