«Realmente es culpa del estudio por ponerse en esa posición. No culpo a Tony [Gilroy] por aceptar un pastón a cambio de entregar lo que entregó. Es que simplemente era ilegible. Del tipo que termina con una carrera, quiero decir, podría ponerlo en eBay y sería el fin de este tío. Es terrible. Es vergonzoso. Básicamente tuvo la oportunidad, tomó el dinero y se fue«.
Así se refiere Matt Damon al guión de Tony Gilroy de la tercera entrega de la saga Bourne en una entrevista concedida a GQ. Unas durísimas declaraciones que ponen al descubierto las desavenencias entre el actor y el guionista y que terminaron con la salida de Gilroy de la franquicia junto a Paul Greengrass, director de las dos últimas y buen amigo del actor.
Las complicaciones vienen de lejos. Al parecer la producción de El Caso Bourne fue muy complicada y, aunque terminó felizmente, supuso la salida de Doug Liman (Caza a la Espía, Sr. y Sra. Smith), quien sería sustituido en la dirección por Paul Greengrass, un hombre con una manera de hacer cine completamente distinta a la de Gilroy. «Tony hace todo el trabajo antes y entrega un guión cerrado. Paul quiere que el guión siga evolucionando durante el rodaje«, ha contado una fuente cercana a ambos a The Hollywood Reporter. Todo estalló con la última película, El Ultimátum de Bourne, cuando el estudio presionó mucho a Gilroy para que entregara a tiempo un guión con el que pudiera trabajar el director, cosa que hizo. Ahí es donde las versiones difieren, Damon lo califica de ilegible mientras que otros, como Donna Langley (co-presidenta de Universal), hablan maravillas de él. Lo único cierto es que Greengrass contrató a posteriori a otros guionistas, como Scott Z. Burns and George Nolfi, para que reescribieran parte, razón por la cual figuran en los créditos de la película.
Matt Damon se ha disculpado después por sus declaraciones a través de una entrevista para una radio. El actor ha explicado que le pillaron con la guardia baja en Vancouver (donde rueda su próxima película, Elysium), cuando se dio cuenta de que enfrente de su caravana se había situado el equipo de El Legado de Bourne, que dirige el propio Gilroy. «Los veía todos los días, luego vine a Nueva York por la entrevista y no pensé. Fue muy idiota por mi parte decir cualquier cosa. Al final, es un asunto entre Tony y yo y debemos ser nosotros quienes lo arreglemos o no«, ha declarado el intérprete.
El actor, además, afirma querer volver a la saga… con Greengrass. «Creo que si [El Legado de Bourne] no funciona, simplemente podemos ignorarla y hacer como si nunca ocurrió y quedará bien. Pero espero que funcione y nos sirva de ayuda si volvemos a la franquicia, lo cual me encantaría«.
Deja un comentario: