Los Campesinos!

Los Campesinos! o Lo Absurdo de la Guerra

Muchos videoclips cuentan pequeñas historias y podrían ser considerados cortometrajes musicalizados, pero sólo auténticas joyas son capaces de permanecer en nuestra memoria ya sea por lo apasionante de la historia que cuentan, por su humor o, como en el caso que aquí os presentamos, por lo inteligentemente que parodian una realidad tan cruda como puede ser la de la guerra. Y es que los cortos nacen de la necesidad de contar una historia y en ese mismo lugar también nacen las películas y, muchas veces, las canciones.

 

Allá por 2006 un grupo de amantes de la música indie se conocieron en la Universidad de Cardiff (Gales). Por medio de divertidas letras y un directo increíble, estos ocho amigos y el grupo que decidieron formar se hicieron un hueco en la escena indie de media Europa en tan sólo dos años: Estoy hablando de Los Campesinos!

 

En 2007 la banda sacó a la luz su primer EP: Sticking Fingers into Sockets y entre los temas que lo componían se encontraba We Throw Parties, You Throw Knives. El single, de descarga gratuita desde su web, no tardó en convertirse en un hit gracias a su videoclip, distribuido en Youtube y que nos cuenta, mediante una animación, la historia de una guerra autodestructiva entre dos ejércitos:

 

 

Y es que, por medio de una animación de lo más simple, la banda parodiaba la guerra y sus consecuencias con un humor muy inteligente. El éxito de este primer videoclip llevó a la banda a lanzar cuatro meses después un segundo sencillo cuyo videoclip continuaba la historia de su primer single (hasta el punto de comenzar justo en la escena en que termina dicho ‘corto’) y que se convertiría en uno de los temas más queridos de la banda y de su público: You! Me! Dancing!

 

 

You! Me! Dancing! es la canción que vuelve a traer a Los Campesinos! a la escena de actualidad, ya que la canción ha sido utilizada por Budweiser para uno de sus anuncios veraniegos.

 

Portada de Hold on Now, Youngster...

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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