Jason Aaron dice definitivamente adiós al universo mutante con la saga que sienta las bases de una colección.
«Pero… si estás muerto«
Me entran ganas de cantar aquello de «La parca, la parca / la p$%& de la parca / ¡La madre que la parió!…» El cachondeo que se traen en Marvel con esto de las continuas muertes y resurrecciones de sus personajes alcanza unas cotas que ya hace tiempo que superaron a las que nos volvían locos de pequeños con Son Goku y compañía. En el Universo Marvel sólo permanecen en la tumba tipos como el tío Ben y al paso que vamos ya no me extrañaría que un día lo veamos bajo un simpático seudónimo del tipo de Cadete de Primavera o Superior Spider-Uncle.
Con esta libre circulación entre el reino de los vivos y el Más Allá era cuestión de tiempo que alguien recuperara al viejo Kurt para devolverlo a la escuela que lo acogió por vez primera. A tal fin Jason Aaron ha estado dos años enteros lanzando indirectas vía Bamf hasta que todo comenzó a cuajar en el apoteósico final de la saga de la Academia del Fuego Infernal. Rondador Nocturno estaba muerto, sí, pero los Bamfs establecían una misteriosa conexión entre su alma inmortal y el plano de los vivos que tarde o temprano debía de ser explorada.
«No hay nada como la amenaza de una vivisección para que la sangre vuelva a fluir«
No voy a criticar aquí la decisión de Aaron de llevarse a Lobezno, Tormenta, Bestia, Bobby, Estrella de Fuego y Estrella del Norte al Cielo y los Infiernos. Las elección del escenario es, cuando menos, divertida y sigue muy en la línea de la confesionalidad del guionista, empeñado en espiritualizar a todo aquel personaje que caiga en sus manos. Sí que critico, por el contrario, la trayectoria de esta primera saga de la colección, que comienza en la línea de Lobezno y la Patrulla-X para ir diluyéndose a medida que los reencuentros se suceden con cada vez mayor frecuencia. Cuando llegamos al final de la historia el reto se antoja fácil y el precio por volver a caminar entre los vivos demasiado bajo. No es que no deseáramos volver a contar con el Rondador Nocturno, pero cualquiera diría que viajar al Más Allá y volver debería ser considerablemente más complicado.
La Asombrosa Patrulla-X está repleta de pequeños chistes, algunos de ellos realmente divertidos, pero sin que medien la inocencia o la credulidad de los estudiantes del Instituto Jean Grey la cosa no termina de cuajar y al final tenemos a un puñado de adultos disfrazados de piratas en lugar del cómic de aventuras que se nos prometió en un principio.
«Me gusta la nueva cara ¿Crees que podrás quedártela más de unos meses?«
Tal es el desastre de Jason Aaron al frente de esta colección, que esta saga ha sido la primera y la última que ha guionizado el autor, ahora mucho más ocupado con Thor y con el crossover Pecado Original. O quizá haya sido la decisión de otorgarle al guionista el encargo de la serie que comienza con la muerte de Uatu la que haya precipitado de mala manera el final de esta saga y la salida de Jason de la serie… Es igual. El caso es que el retorno de Kurt no ha podido ser más accidentado ni más precipitado y la colección, anunciada a bombo y platillo, tiene ahora en el horizonte al menos un par de equipos creativos distintos y el reto de diferenciarse y ofrecer algo nuevo y refrescante con respecto al resto de cabeceras mutantes, lo cual no se antoja nada fácil.
Con todo, esta primera saga es muy emotiva y ofrece un buen número de momentos para el recuerdo. No en vano los elegidos para cruzar el portal son (sin contar con las Estrellas de Fuego y del Norte) Bobby y Bestia, dos de los integrantes originales de la Patrulla, y Tormenta y Lobezno, quizás los dos mutantes a los que más lazos les unen con el elfo azul. Como siempre, dependerá mucho de quién termine heredando la serie que ésta sobreviva o que termine desapareciendo. Pretendía ser una serie de aventuras, pero La Nueva Patrulla-X de Bendis ya cumple con este rol, si se le sabe dar un toque divertido e independiente puede aún sorprendernos mucho.
Ed McGuinness realiza un trabajo bastante correcto a lo largo de toda la saga y lo va salpicando de pequeñas bromas muy divertidas que no pasan desapercibidas. Al dúo de Aaron y McGuinness les queda aún un número más en la cabecera y lo aprovecharán para volver a poner frente a frente a nuestro teleportador favorito y a la cambiaformas a la que Jennifer Lawrence ha hecho mundialmente famosa. Veremos qué tal sale el encuentro, será la última aportación de Jason Aaron al universo mutante en algún tiempo.
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