Con el propósito de servir de puente entre el final de la actual etapa de X-Men y la esperadísima reunión de un nuevo equipo de mutantes formado por algunas de las Mujeres-X más importantes en la colección que inician Brian Wood y Olivier Coipel, este X-Men v4, #28 que parecía quedarse descolgado, ha sido el vehículo escogido por Panini para rescatar una pequeña historia escrita por Chris Claremont hace ya cuatro años.
Un relato autoconclusivo que nos traslada a una época pretérita de la Patrulla-X (como hiciera John Byrne en el ya reseñado Los años perdidos), con la promesa de un enfrentamiento entre Hulk, Coloso y Lobezno, y escrito por Chris Claremont, toda una leyenda en el cosmos mutante. Las expectativas, pues, por las nubes.
Pero nada más lejos de la realidad en este X-Men Vs. Hulk One-Shot, ideal solo para completistas de la colección mutante. La historia, cuya premisa es el maquiavélico plan de Lobezno de enfurecer a Hulk para que se enfrente a Coloso a fin de que este se entrene y enfrente a peligros reales, no es más que una excusa para que los héroes peleen entre sí y se den de lo lindo. Una excusa, además, que no queda muy bien justificada. El guionista va poniendo a los personajes sobre el terreno en un «a ver que pasa». Claremont le aporta un tono bastante evasivo y desenfadado, alejado completamente del dramatismo que impera en los últimos tiempos. En este sentido, se intenta recuperar un poco la esencia de la etapa más clásica de la Patrulla-X.
Y si una historia tan anacrónica puede generar dudas entre los lectores más jóvenes, el dibujo de Jheremy Raapack tampoco es un buen aliado. Además de presentar a una Kitty muy desfavorecida, añade demasiadas líneas de expresión (algunas imposibles) en los rostros de los personajes masculinos y es incapaz de acertar en la proporción de unos cuerpos con torsos demasiado grandes y brazos demasiado pequeños.
Dado el precio (1.95€) y su carácter independiente, como curiosidad o para completar colección, puede ser apetecible. Poco más.
Deja un comentario: