Convertido en uno de los shonen más interesantes de los últimos 3 – 4 años en Japón, Magi: El laberinto de la magia por fin llega a nuestro país de la mano de Planeta con un divertido primer tomo que incluye los siete primeros capítulos de la serie. Obra de la mangaka Shinobu Ohtaka, la historia sigue a Aladdin, un niño muy especial, a lo largo de mil y una aventuras en un mundo en el que la magia y las aventuras son lo más común.

Tomar como referencia de partida una historia tan icónica como la de Aladino y otros de los cuentos recopilados en Las mil y una noches, es una empresa complicada pero muy estimulante. Siempre es interesante encontrar obras que le pierden el respeto a los personajes clásicos, los reconstruye partiendo de cero y los sitúa en un nuevo contexto. Si se hace bien se logra, por un lado, dar una visión diferente/novedosa del relato y/o personaje y, por otro, se genera un renovado interés por el clásico. Y este pequeño Aladdin, a pesar de estar construido a base de tópicos del manga (es glotón, inocente, un poco pervertido y oculta grandes poderes), tiene potencial para hacerlo bien.

La nota dominante de este primer tomo es la aventura, potenciada por un dibujo limpio que da lo mejor de sí en las escenas de acción. El nivel general es un tanto irregular, pero la cuidada composición de las páginas mitiga los altibajos que se presentan en el trazo.

Ohtaka se siente bastante cómoda nadando en una historia en la que abundan tópicos y estereotipos, los cuales utiliza para crear una trama que engancha desde la primera página. Al respecto de estos clichés y el riesgo a caer en demasiados lugares comunes, los personajes que acompañan a Aladdin en los primeros capítulos, Leila y Sahsa, resultan muy atractivas y dejan entrever una excelente química con nuestro protagonista que daría lugar a divertidas aventuras, pero la autora las despacha pronto. Está por ver si las recupera más adelante o no (parece complicado tal como se desarrollan los acontecimientos a continuación), pero sientan unas interesantes bases.

Magi: El laberinto de la magia tiene un comienzo bastante prometedor, aún así hay aspectos que son mejorables. El primero es la falta de trabajo al definir algunos personajes y situaciones, lo que provoca que haya escenas un tanto forzadas en su concepción y/o en su resolución (según el caso). Tampoco ayuda mucho la figura del narrador, innecesaria y molesta. A veces incluso, no se diferencia lo suficiente y se confunde la voz de éste con la de los protagonistas. Este problema guarda relación con la construcción de algunos diálogos (¿errores de traducción o del guión de base?), que no son coherentes con los bocadillos anteriores o nos dan a entender que faltan viñetas.

Lo dicho, aspectos a trabajar pero que no desmerecen el conjunto del tomo. Una atractiva odisea que reinterpreta los mitos arábigos según la cultura otaku, con grandes dosis de humor y de aventuras.