Tengo en mi estantería, destrozado por sus infinitas relecturas un libro que me regalarían cuando apenas contaba con unos doce años de edad: Las Aventuras de Sherlock Holmes ni tan siquiera era el primero de su colección, pero a mí me descubrió un mundo (el de las novelas de misterio) y a un personaje que me acompañarían durante una larga etapa de mi vida y todavía hoy gusto de revisitar de cuando en cuando. Así pues, en el momento en el que a la BBC se le ocurrió traer su mundo al mundo actual me preocupé, pues temí por la imagen que en mi cabeza aún pervive del genial detective británico.
Sin embargo, la serie resultó ser uno de los mayores aciertos de la cadena británica del presente siglo. Casi a la vez (de hecho su estreno fue incluso unos meses anterior, pero en el mismo 2010), Robert Downey Jr. encarnó al personaje en un filme que dirigiría Guy Ritchie. La película, que se permitía muchas más licencias incluso que la serie de televisión, resultó ser un fantástico producto de entretenimiento y me hizo pensar una cosa: mi visión sobre el personaje original apenas había cambiado con cada nueva versión y, por el contrario, los diferentes acercamientos a su mundo me habían hecho darme cuenta de detalles en los que hasta ese momento no había reparado. Más tarde, en 2012, nos llegaría desde Estados Unidos Elementary, una serie que no terminaría de convencerme, pero que ahonda en esta idea. Mantener lo que hace a los personajes únicos y jugar con el resto de elementos. ¿Es necesario que Watson sea un hombre? ¿Puede ser Sherlock adicto a las redes sociales en lugar de a los opiáceos?
«Buenos días, profesor Moriarty«
Yermo pone a la venta ahora Los Nuevos Casos de Sherlock Holmes, basado en la novela de Jaques Fortier, como ya publicase en su día Sherlock Holmes: Las Crónicas de Moriarty (de Sylvain Cordurié y Andrea Fattori). El álbum nos propone otro acercamiento al personaje clásico que, siendo más cercano al original, dulcifica, sin embargo, su carácter y sus manías. Pasa entonces Sherlock a convertirse en un buen detective, sí, pero resaltando esa faceta que también se explotó en el cine del Holmes aventurero. Se convierte así este primer volumen en un libro de aventuras ambientado en el primer cuarto del pasado siglo XX. ¿Pierde por ello algo el personaje o la obra original? Más bien al contrario, ya que nos permite acceder a uno de los aspectos que engrandeció la obra de sir Arthur Conan Doyle.
Roger Seiter y Giuseppe Manunta captan el sentido teatral del Holmes original en tanto a que fue una de las primeras obras de lectura extendida que gozó de recursos como el actualmente denominado ‘cliffhanger‘ (si la escena de las cataratas y lo que vino después no se enmarcan dentro de esta técnica no sé qué puede hacerlo). El guión de Seiter vira más hacia la aventura que al misterio y presta bastante atención a los personajes secundarios, mientras que el dibujo de Manunta nos presenta a hombres de rasgos angulosos y mujeres voluptuosas que tienen una tendencia ciertamente llamativa a quedarse en paños menores al menos una vez por capítulo.
En general, Los Nuevos Casos de Sherlock Holmes nos ofrece unas buenas horas de entretenimiento sano que, sin llegar al nivel intelectual de los casos originales, saben jugar con otras facetas del personaje para acercarlo al gran público.
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