¡Menuda maravilla! ¡Qué recuerdos! Ha sido arrancar el juego y no soltar el mando hasta completar su modo historia (que lleva algo más de dos horas y media), e incluso jugar un par de niveles en una segunda run probando a Casey Jones (que aparece como personaje desbloqueable) antes de hacer una pausa. Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge es toda una celebración de las Tortugas y de los Beat ‘em up de antaño.

La propuesta, con un estilo artístico (y jugable) que evoca a clásicos de la franquicia como Turtles in Time (quizás la entrega más celebrada), juega muy bien sus bazas a lo largo de los dieciséis niveles de sus modos historia y arcade. La más evidente, obviamente, es la de la nostalgia. Y es que el mismo opening del juego versiona el tema principal de la serie animada de 1987. Es más, esta «venganza de Shredder» encaja como una aventura más de la citada serie.

Como decía, dos son los modos de juegos: Historia y arcade. En el primero podemos ir subiendo de nivel (hasta diez) a los personajes para que adquieran nuevos movimientos y mejoras y cada nivel presenta diferentes desafíos y coleccionables que nos invitan a repetirlos para completarlos al 100%. Además, cada personaje (siete en total) tiene su propio final, potenciando la rejugabilidad del título. En el segundo, en cambio, estos elementos desaparecen, añadiendo un grado de dificultad a la propuesta; ideal para quienes quieran un reto mayor.

Muy enfocado al modo multijugador (buena parte de los trofeos de la versión de PS4 -la que hemos analizado- aluden al juego en equipo), los modos «tranqui» y «aceptable» son los más recomendables para jugar en solitario (siendo «tranqui» una dificultad pensada para los jugadores más casuales), mientras que «chungo»… bueno, os hacéis una idea (aunque otra de las propuestas de Tribune Games, Scott Pilgrim vs. The World: The Game es sensiblemente más exigente hasta en la menor dificultad). Tanto al inicio de una partida como en medio de la misma se puede iniciar el cooperativo (local u online -aquí pueden darse puntuales problemas de conexión), de forma que en cualquier momento nuestros amigos pueden unirse a la fiesta.

Respecto al diseño de los niveles, variedad de enemigos y demás cuestiones relacionadas con la jugabilidad, TMNT: Shredder’s Revenge es justo lo que se espera de él. A nada que tengáis un mínimo de experiencia en el género ya sabéis que os vais a encontrar. Escenarios lineales, muy coloridos con elementos que se pueden destruir o usar en nuestro beneficio contra las hordas de villanos a las que nos enfrentamos. Igualmente, estos presentan la variedad habitual de cualquier beat ‘em up sin llegar a resultar repetitiva. Los controles, básicos, quizás sí que nos pueden llevar a abusar de la táctica machacabotones y rozan lo frustrante en los niveles en los que luchamos contra enemigos que vuelan.

Desde el menún principal también se puede acceder directamente a la pantalla de logros (donde se recogen casi todos los trofeos, así como los coleccionables, cameos y desafíos completados), la del tutorial (que repasa los controles y combinaciones de botones para los diferentes movmientos) y la de opciones.

Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge es una divertidísima propuesta Beat ‘em up hecha con cariño y mucho oficio. Disfrutable en single player, saca todo su potencial en un cooperativo que precisa de algunos ajustes en su modo online. Un homenaje a los tiempos clásicos de las Tortugas Ninja que presenta además uno de los pixel art más lustrosos que hemos visto en mucho tiempo.