Martha Marcy May Marlene

Martha Marcy May Marlene: Miedo al desamparo

Turbadora, absorbente, enigmática, cruda, incómoda… son muchos los adjetivos que se le pueden aplicar a Martha Marcy May Marlene, extraordinario debut de Sean Durkin que le ha valido numerosos reconocimientos entre los círculos de críticos y un galardón en Sundance.

 

El film elabora un discurso acerca de la necesidad del ser humano de pertenecer a un grupo, de vivir en comunidad y cómo el sentimiento de inseguridad causado por la soledad puede quebrar las voluntades más débiles; que encuentran refugio sometiéndose a quien les ofrece protección. Y cuánto cuesta desprenderse de este condicionamiento y retomar una vida «normal». En el fondo, a pesar del caso tan particular que se relata aquí, el miedo al desamparo es extensible a todos nosotros. Defensores de la individualidad que somos en Occidente, sin el abrigo de una colectividad nos quedamos sin esa individualidad. No tenemos función que cumplir. Y este es un objetivo universal.

 

Martha Marcy May Marlene / Elizabeth Olsen y John Fawkes

 

En el centro de la historia está el personaje interpretado por Elizabeth Olsen, perdido en todo momento. Antes por un desamparo interno que la lleva a apoyarse en quienes le ofrecen amor; y después por tomar conciencia de la manipulación y un temor lógico que se torna en paranoia. Para retratar esto Durkin se sirve de una narración basada en flashbacks que alternan este antes y después de forma maravillosa. Esta es una apuesta austera en forma, que no contextualiza el cómo ni el por qué de la situación de la que se hace testigo al espectador. Lo importante es el viaje (sin un rumbo ni destino fijado, esto tampoco es relevante) de la protagonista y las reflexiones que se pueden sacar de él.

 

Ambientada en un paraje interior donde la sensación de vacío espiritual es tangible, Durkin huye del exceso de grano en la imagen tan típico de las producciones que desarrollan su acción en el campo para dar un aspecto más sucio, más asilvestrado. Todo lo contrario. El joven director busca (y encuentra) una realización sencilla y elegante. Cuida la composición de cada plano casi de forma obsesiva; logrando así un fuerte contraste entre la belleza formal y la oscuridad que encierra el guión creando una atmósfera aún más desasosegante.

 

A través de la ya mencionada fotografía, un montaje cortante y un acompañamiento musical casi inexistente (es imposible quitarse de la cabeza a un cáldio John Fawkes guitarra en mano) pero con un sonido que por momentos prima sobre las conversaciones, ahondamos en la mente de la protagonista, en su fragilidad y las emociones que la rodean. Una fragilidad a la que pone rostro Elizabeth Olsen, simplemente magnífica canalizando la aséptica crudeza de Martha Marcy May Marlene.

 

Acerca de Daniel Lobato

Avatar de Daniel Lobato

El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados