Bajo la máscara de los villanos de cualquier película de terror se esconden temores y miedos que normalmente son comunes a toda la humanidad. Estas sublecturas pueden ser a veces más completas que otras, pero si que es cierto que, al igual que cualquier otra obra de arte, todo responde a una preocupación o interés común y bajo la superficialidad de la casquería y las vísceras siempre hay un porqué.
Prevenge es la historia de una mujer que durante su embarazo se comunica con su hija no nata quién la incita a asesinar a los responsables de la muerte de su pareja (y padre de la niña) llevando a cabo una particular vendetta. Tras esta sencilla premisa, aparentemente estúpida, se encuentra un interesantísimo retrato femenino y una novedosa forma de entender la prematernidad, algo que se retrata con fidelidad al estar la película dirigida por una mujer.
Es cierto que toda la película es bastante esquemática, lo que acaba haciendo que peque de repetitiva, vemos a esta mujer pasear o en la cama mientras habla con su hija, para posteriormente acercarse a sus víctimas y asesinarlas. Este contenido rellena poco más de una hora de metraje con lo que todo pierde su interés inicial al igual que su gracia, todo el comportamiento de la protagonista tiene un tono irónico que, en más de una ocasión busca (y encuentra) la risa.
Recurriendo al segundo párrafo, para así quedarnos con la parte más positiva de la película, decir que la directora (y actriz principal) consigue hacer con la protagonista, algo que el público actual pide cada vez más, empoderarla. Y lo hace convirtiéndola en una mujer fuerte y por encima de todos los que le rodean, cuando está en un momento delicado como es un embarazo, lo que da aún más valor al personaje principal y, así mismo, es muy interesante ver como el feto que la guía es una niña, de alguna manera se está haciendo un símil entre los cambios que se están reclamando con el relevo generacional en el mundo contemporáneo: la niña, ya desde el vientre materno reclama su papel como mujer en el mundo.
El giro final de la película da más valor a este empoderamiento porque encuentra el punto más humano de esta mujer, obviando las atrocidades que ha cometido y dándole un toque maestro de realismo. Prevenge no es la película de terror de nuestra vida, pero si una manera muy interesante de entender el género como algo al servicio de un fin social.
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