Trance

Trance: De robos e hipnosis

En Trance Danny Boyle elabora en un thriller con todo lo necesario para adaptarse a sus deseos de experimentar con la narrativa visual y de ofrecer un producto mainstream pero con sello autoral. Junto a su trío protagonista (James McAvoy, Rosario Dawson y Vicent Cassel) nos embarcamos en un laberinto de percepciones y realidades, un ejercicio que han llevado a cabo con tremendo éxito otros títulos recientes como Shutter Island, Cisne Negro u Origen. La mente de Simon (McAvoy) es el escenario idóneo para que Boyle juegue con el espectador. Desde el principio nos da todas las pistas que esconde la trama, pero sabe como tejer los elementos que ofrece el guión de Joe Ahearne y John Hodge para llevarnos por donde desea sin que nos demos cuenta de nada y cada giro nos resulte sorprendente. Con esto logra, además, que nos veamos obligados a hacer un segundo visionado y captar así, matices y lecturas que se nos pueden haber pasado por alto en un primer momento.

 

Rosario Dawson en Trance

 

Este enrevesado y desbocado thriller comienza como tantas historias de robo (en este caso uno con sabor español, el cuadro Vuelo de brujas de Goya) para luego utilizar las terapias de hipnosis para transitar por la mente de Simon y hacernos partícipes de un malsano triángulo amoroso; con retorcidas venganzas, medias verdades y cierta crítica social completando el cóctel. Hasta cierto punto es incluso una cinta arriesgada, ya que la primera impresión tiende a ser de desazón. Trance plantea tantos giros y vericuetos que la resolución de la historia puede saber a poco. Por eso es imperativo no quedarse en la superficie. Esta es una película en la que las apariencias engañan (tanto a los personajes como a los espectadores).

 

Hablar de los actores principales es casi caer en la obviedad. James McAvoy poco a poco va quitándose esa imagen de chico bueno y aguanta el peso de la trama (hasta casi las puertas del desenlace es el conductor de la historia) apoyado en un Vicent Cassel cuya inclusión en cualquier reparto es una garantía. Otra cosa es hablar de Rosario Dawson, que con una carrera irregular como pocas, está dispuesta a convertirse en la musa de Danny Boyle. Soberbia como pocas veces, es el auténtico centro de la película en todos los sentidos.

 

Boyle ha construido un entretenimento digno de verse en pantalla grande. Consigue contar una historia que nos atrapa con su narración y sus interpretaciones y se da la suficiente libertad para jugar con el montaje, el sonido o la fotografía (estupendo el trabajo de Anthony Dod Mantle, que ya ganó el Oscar con su anterior colaboración con Boyle, Slumdog Millionaire) y regalarnos una apuesta portentosa a nivel técnico; solo hay que disfrutar y dejar la mente relajada. Es hora de hipnotizarnos.

 

Acerca de Daniel Lobato

Avatar de Daniel Lobato

El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados