El recuerdo de Marnie: Vuelta al país de las maravillas

Cuando Lewis Carrol escribía Alicia en el país de las maravillas y su secuela A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, ni él mismo era consciente de la trascendencia popular que tendría su obra que ha tenido un sinfín de adaptaciones a todo tipo de medios (cine, teatro, cómic, ópera…)

Pese a la distancia física y cultural, Japón no iba a ser menos y cuenta con alguna versión anime e incluso manga; si hubiese que mencionar la adaptación por excelencia del País del Sol Naciente, esta sería El viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2001) que entre otros galardones, obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Dicha cinta narraba las aventuras de una niña en un mundo bastante peculiar, tras la conversión de sus padres en cerdos. la asociación directa con la obra de Carrol, era algo evidente, lógico e incluso predecible, aunque en la práctica poco tenían que ver.

Presentada como la última película del Studio Ghibli, tenemos El recuerdo de Marnie que narra la historia de una adolescente que, al necesitar un descanso, se retira con sus tíos a un pueblecito a orillas del mar y allí todo cambiará.

El viaje de Marnie al igual que A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, marcha por otros derroteros; una historia mucho más adulta y complicada, una niña que vivido lo vivido, madura a partir de otra experiencia un tanto sobrenatural y puede resultar curioso como ambas obras tienen cierto halo de descubrimiento de la homosexualidad.

 

El Recuerdo de Marnie

El Recuerdo de Marnie

 

Como en prácticamente toda la filmografía de Ghibli, por lo menos la que ha visto quien redacta estas líneas, el aspecto visual ya es una obra de arte de por sí, cada fotograma es digno de cuadro, el uso del color es una absoluta maravilla y es precisamente lo que hace que la película sea disfrutable incluso sin sonido. El guión es complejo y enrevesado, hay un punto del metraje que ni siquiera uno mismo sabe donde está, pero finalmente todo tiene sentido en este complicado laberinto de recuerdos e introspecciones; sin embargo (reto para los más observadores) la película está repleta de iconografía y en cierto momento, si uno se fija bien, puede descubrir y entender todo lo que está pasando. El conjunto imágenes, texto y música ¡Qué música! hacen de El recuerdo de Marnie, una obra estimulante, rica y muy hermosa. Desde luego que no es una película para todo el mundo, tiene un ritmo muy lento y todo es muy pausado; en definitiva es lo que tiene el querer alcanzar la armonía y belleza de la obra.

De una manera u otra, la cinta complementa a El viaje de Chihiro que viene a reflejarlo mismo que la primera de las dos obras de Carrol; un descubrimiento, una niña que descubre algo más allá de lo racional, un mundo exótico donde todo es posible. Pese a tratarse de una fantasía, en un principio idílica, tanto Alicia como Chihiro han de afrontar la imposibilidad de un mundo así afrontando lo insalubre de esa fantasía.

Es interesante observar Marnie teniendo en cuenta la existencia de Chihiro, e imaginar, de vez en cuando, que ambos personajes son los mismos porque en el fondo esta última no sería nada sin la otra o por lo menos se trata de un interesantísimo complemento y una reflexión más extensa del verdadero significado de El viaje de Chihiro «(y lo que sucedió después)»

Decir adiós al veterano y perfecto «Estudio Ghibli» de esta manera, es lo mejor que le puede pasar a cualquier espectador y/o habitante de la Tierra; pero quien sabe, puede que en un tiempo tengamos a otra niña persiguiendo a un conejo que cambiará su vida y la de la gente que la observa.

Acerca de Alex Manzano

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Cine, arte y tebeos. Amarás el musical sobre todas las cosas. John Cameron Mitchel es mi dios. Si quieres encontrarme, busca en mi habitación. Si no, en cualquier rincón de Madrid.

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