El viento se levanta: Larga despedida

El viento se levanta

El viento se levanta

Título Original: The Wind Rises (Kaze tachinu)

Director: Hayao Miyazaki

Guión: Hayao Miyazaki

Reparto: Joseph Gordon-Levitt, John Krasinski, Emily Blunt, Martin Short, Mandy Patinkin, Mae Whitman, Werner Herzog, William H. Macy, Zach Callison, Madeleine Rose Yen, Eva Bella, Edie Mirman, Darren Criss

Japón / 2013 / 126′

Productora: Studio Ghibli / Buena Vista Home Entertainment / Hakuhodo DY Media Partners

Hayao Miyazaki se retira. Tras más de 40 años de profesión y once sueños a sus espaldas, lo deja. De la forma más agria posible, desnudando esos sueños, quebrándolos con una realidad demasiado triste y retorcida, rival y compañera de una lucha en la que no existen las victorias duraderas, y todas tienen un precio…

Hayao Miyazaki se retira. Tras más de 40 años de profesión y once sueños a sus espaldas, lo deja. De la forma más agria posible, desnudando esos sueños, quebrándolos con una realidad demasiado triste y retorcida, rival y compañera de una lucha en la que no existen las victorias duraderas, y todas tienen un precio.

El viento se levanta

Miyazaki se va y lo hace sorprendiendo, con un título, El viento se levanta, cuyo mayor logro es el poder metafórico sobre la propia obra del autor a través de Jirô Horikoshi, su protagonista. El tiempo y los vaivenes de la vida obligan a este joven y talentoso ingeniero aeronáutico a renunciar a unos sueños que se ha ganado con mucho sacrificio, pero no se permite desfallecer, sino que afronta de pie un futuro incierto, seguramente con nuevos propósitos igual de atractivos. La volatilidad de esos sueños (laborales, amorosos…) del protagonista duele, porque es real. Una obra catártica que refleja la despedida de Miyazaki a un sueño que le ha acompañado durante cuatro largas décadas.

El viento se levanta no renuncia a la fantasía, pero la relega a un plano onírico para centrarse en una realidad convulsa para Japón y para el mundo. Los anhelos del protagonista se pervierten a causa de la guerra; quiere diseñar bellos aviones pero da forma a máquinas de matar. Contradicciones de las que no escapa una película que ansía dejar huella y emocionar pero cuyo discurso formal se presenta más bien frío y distante. Reflejo de esto que se encuentra precisamente en Jiro y su trabajo como ingeniero de aviones de combate, un tema que está ahí pero en el que no se entra. «Nosotros solo somos ingenieros» se viene a decir en un momento. Miyazaki quiere abrazar la realidad pero reniega de ella, dejando que su película se vuelva un relato que va dando brochazos a la vida de su protagonista.

El viento se levanta es el broche a una carrera que ha hecho soñar a varias generaciones, un broche estéticamente impecable, pero narrativamente un tanto decepcionante. No tanto por una cuestión de expectativas (estas pronto se olvidan si la historia atrapa) sino por sus dudas. Desde esa falta de firmeza para abordar temas comprometidos a la presentación de personajes y tramas que se olvidan casi de inmediato y no hacen sino alargar el metraje sin necesidad. Pero sin duda, lo que pervive es una tristeza por estar ante el final de un sueño y ser consciente de lo incómoda que está siendo la despedida, que podría haber dado más de sí.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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