Efectivamente, el título de esta crítica ya hace mucho spoiler de lo que va el argumento de Redirected. Pero no, esto no lo dirige Todd Phillips, y Bradley Cooper, Zach Galifianakis y Ed Helms brillan por su ausencia. Es normal recurrir a ellos, sus melopeas son ya conocidas tanto para el público independiente como el mainstream Mucho “celebritismo” para una obra europea, concretamente inglesa. Y lituana.

Además de resultar más cercana –en cierta manera los paisajes del este se ven con su jauría incluida como algo más de aquí que los mastodónticos casinos de Las Vegas– Redirected lleva consigo un aire más turbio. Recuerda en su estética de matones, salvando las distancias, a la venerada Lock and Stock. Emilis Velyvis dirige a un elenco poco conocido en una comedia negra que recuerda a la mano de Guy Ritchie. Sin embargo, la cinta actual presenta un trazo más grueso que las del cineasta inglés.

Los cuatro amigos de Redirected

El guion camina con acierto aunque sus ansias a veces de ir frenéticamente no deja espacio para apreciar ciertos momentos irónicos y conseguidos (brutal ese momento de la autóctona diciendo a su bruto prometido que su sueño es ser crítica de cine, o los confundidos polizones en el camión); aunque no se olvida de los chistes jocosos y bien insertados en la trama. Porque la película se sigue. Y eso que era un reto teniendo en cuenta que mezcla géneros, pero la acción y el drama han casado bien casi siempre. Y este grupo de británicos, enfrentados sin querer con matones de la exrepública rusa ofrece chascarrillos y cascoporros a dolor.

Claro que en un argumento de colegas metidos en problemas por un plan no perfecto, más prostitutas, matones y mafiosos hay material suficiente para hilar. Los creadores de la historia, el propio Velyvis y Jonas Banys no precisa cada momento en cada escena, por eso algunas cosas quedan sin aclarar, aunque esto no provoca que el espectador desconecte. Al contrario, se entretiene.

Imagen de Redirected

Pero al igual que Resacón en las Vegas, aquí por supuesto hay enlaces matrimoniales, más bastos y con menos glamour, pero ahí están. No pasará por las salas, pero es una interesante opción dentro de las plataformas VOD.

La película es un modesto trabajo, no tendrá secuelas ni dejará una huella tan profunda como la película de Guy Ritchie, pero se nota que el que dirigiera también Snatch sigue dejando huella en cineastas de todas las partes de del mundo después de sus dos mordaces obras.