El pasado mes de marzo el mundo perdió a una de las cineastas más importantes de la historia del cine y uno de los pilares fundamentales del cine europeo. Agnès Varda consiguió destacar en un mundo de hombres, aunque sin llegar a la popularidad de compañeros cercanos de la Nouvelle Vague como Jean-Luc Godard o François Truffaut. Durante sus seis décadas de actividad cinematográfica destacan numerosas películas, documentales e incluso exposiciones en museos. A sus 90 años de edad Agnès Varda ha dejado un legado que se seguirá estudiando y disfrutando durante muchos años.
Varda por Agnès supone un recopilatorio de toda la carrera de la directora. Una autobiografía donde seguimos su vida durante los últimos años, mientras da coloquios y conferencias por distintas ciudades, reflexionando sobre sus obras, sus decisiones en la vida y el cine en general. Un acercamiento a sus espectadores, casi interpelándonos directamente y que funciona como propio testamento. Una clase magistral de una directora única e irrepetible.
Agnès Varda ha sido una de esas personas que ha utilizado su cine como medio social, como altavoz para luchar contra las injusticias. Así lo ha retratado en algunos de sus documentales y cortometrajes, hablando de feminismo, pobreza, ecologismo y diferentes minorías sociales. Y utiliza esta última película para recalcar todos esos mensajes que quiere dejar en el mundo para seguir luchando.
En un primer vistazo puede parecer que esta es una película para los admiradores de la directora y su obra, pero definitivamente no es el caso ya que la película funciona en numerosas vertientes. Por un lado es una película sobre cine y para todos aquellos apasionados del arte en general. A parir de su cine se habla de arte, pintura, fotografía… pero por otro lado también funciona para todas aquellas personas que no conocen a la directora, y viendo Varda por Agnès pueden acercarse más a todo lo que puede ofrecernos, y así darse a conocer para todos aquellos que aun no han visto nada de su filmografía.
Desde sus ficciones más celebres como Cleo de 5 a 7 o Sin techo ni ley, a sus fantásticos documentales Los espigadores y la espigadora y Caras y Lugares, pasando por sus creaciones museísticas performativas y de vídeo arte, Varda ha tenido una de las careras más prolíficas en la historia del cine y de la que seguiremos recordando siempre pasen los años que pasen.
Merci beaucoup Agnes et bon voyage.
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