Dos semanas seguidas lleva esta cinta como número 1 en los Estados Unidos.
Teniendo en cuenta el despliegue de colores, de música y de divertidos gags de los que hace gala la película Río, estrenada la semana pasada en España, esta película tendría que ser como mínimo diez veces mejor.
Hop también apuesta por la música, pero para diferenciarse opta por aunar los personajes animados por ordenador con actores de carne y hueso… Fallando estrepitosamente en el proceso.
¿Y cómo es que en Norteamérica arrasa?
Fácil, en EEUU se estrenó el 1 de abril (fecha en la que no había nada infantil en su cartelera) y Río no se estrena allí hasta el día 15. Curioso cuanto menos.
La historia:
Hop (con la voz de Russell Brand) es el hijo del actual conejo de Pascua (Hugh Laurie) y su futuro sucesor, pero un día la presión le puede y se escapa a Hollywood, para tratar de triunfar allí como batería. En la ciudad conoce a Fred (James Mardsen): un inútil que va de trabajo en trabajo y vive aún con sus padres a los 30 años.
Argumento trillado del que lo único que nos sorprende es que la moraleja final sea un canto de alabanza hacia el personaje de Fred. Algo incluso insultante en la época en la que vivimos (aunque a todos nos gustaría que nos premiasen por rascarnos la barriga, claro está), pero que, a priori no tiene por qué molestar a los niños, a los que va dirigida la película. El problema es que no hace gracia, tiene un guión aburrido a más no poder y sólo recuerdo una vez en toda la película en la que un servidor haya esbozado una sonrisa (Hasselhoff, para esto te has quedado…)
Los personajes:
Lo más alucinante de la película es que haya gente de la talla de Hugh Laurie o Hank Azaria poniendo las voces cuando deberían estar dándole de collejas a un James Marsden que, sinceramente, no da la talla. Es más, llega a provocar la vergüenza ajena con algunos momentos en los que está completamente fuera de su papel; sobreactuando la mayor parte del tiempo… Que alguien le vuelva a dar las gafas de Cíclope, de guaperas silencioso daba más el pego.
La única humana que hace un trabajo aceptable en esta película es Kaley Cuoco. La actriz de la serie The Big Bang Theory interpreta a la hermana responsable de Fred. Papel fácil, pero también lo es el de Marsden y mirad el resultado.
En Hop lo hacen, sin embargo, infinitamente mejor los dobladores. Hugh Laurie tiene una de esas voces interesantes de oír y le da cuerpo y poderío al personaje que encarna. Russell Brand no lo hace mal pero su personaje (pese a ser protagonista) no tiene mayor dificultad.
Mención aparte se merece, cómo no, el gran Hank Azaria. Le pone voz al pollo latino y maligno de la película y también a su secuaz. Es muy difícil poner la voz de dos personajes tan diferentes (Carlos, el malo, es ladino y traicionero y Phil es tontorrón y un buenazo) y que la gente no se percate de que se trata del mismo doblador, pero el quien pone las voces de Apu, Moe y jefe Wiggum lo clava… En España se encargan de esos personajes Los Morancos. No pienso hacer comentarios.
El director:
Tim Hill suma con esta película un proyecto discutible más a su currículum, en el que hay perlas como la de ser guionista de Bob Esponja desde sus inicios o haber dirigido aberraciones como Garfield 2 o la más reciente Alvin y las Ardillas. En este caso apuesta de nuevo por mezclar animación con personajes reales… Y vuelve a demostrar que eso no suele funcionar (con las honrosas excepciones de Space Jam y ¿Quién engañó a Roger Rabbit?).
La música:
Salva en parte a la película. Mezcla clásicos del pop-rock (I Want Candy) con éxitos algo más recientes (como el Dynamite de Taio Cruz o We Speak No Americano, de Yolanda Be Cool & Dcup), lo que no queda mal, pero de nuevo la coloca en una posición muy inferior a Río (el ejemplo claro es Taio Cruz, que estrena tema en la película de la Fox y aquí presta un tema ya pasado).
En resumen:
Una película claramente inferior a otras con las que tiene que competir. Los espectadores que haga serán gracias a las vacaciones que se avecinan… O a los Sugus de Plenilunio.
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