Cuando uno hojea las páginas de Bacon & Friends se encuentra con algo muy cercano a lo que nos conquistó en su día de Garfield, ése personaje no humano que refleja los vicios del hombre a la par que nos desarma con su sarcasmo, entremezclado con un profundo cariño por esos pequeños dictadores peludos y de cuatro patas que nos alegran la vida. Ximo Abadía, uno de los valores en alza del cómic nacional (La Bipolaridad del Chocolate), pone sus fuerzas y sus pinceles al servicio de Josep Busquet para dar vida a las experiencias del también dibujante y guionista en revistas como El Jueves o la maravillosa y ya difunta Pequeño País con su perro Krypto, una de esas aberraciones genéticas que tanta gracia nos hacen y a las que llamamos bulldog francés.

Se puede leer este cómic aún sin tener mascota, muchos de los chistes hacen más referencia a nuestras manías (con y sin los perros de por medio) y miedos que a los cánidos en sí; pero el público al que va a volver loco esta obra es el compuesto por el resto de la humanidad. Los dueños de perros (y gatos) van a ver a su mascota reflejada en los dejes de este contestón y tragaldabas perro de pura raza («ronca y se tira pedos, tiene que ser de la nobleza«) y en el sufrido dueño del chucho se verán a sí mismos reflejados.

El dibujo de Abadía se ha simplificado al máximo para no entorpecer la agilidad de las tiras de Busquet. Hace que eche mucho de menos aquellas revistas como la antes mencionada Pequeño País o el Gente Menuda y en cuyas páginas Bacon habría campado a sus anchas y maravillado a toda una generación de lectores. Internet ha tratado de subsanar esta carencia con sites como Pequeño Libro de Notas (en la que publica nuestro compañero Luis Olmedo), pero la ilusión de esperar a que tu padre/madre/tutor legal se comprara el periódico de los domingos para poder escarbar en él y sacar de sus entrañas la nota de color que suponía el suplemento infantil se ha perdido.

Bacon & Friends llega estas Navidades como el regalo perfecto para el novio o la novia apegado a su fiel compañero perruno. O para la familia de enamorados del gato cazamoscas. O para… El caso es que llega en el mejor momento posible y con vocación de continuar saliendo en un futuro porque, como bien dice José Fonollosa en la introducción del álbum: «¿Qué ocurre cuando se juntan dos animaleros? Pues que hablan de lo que más les gusta: de sus ‘nenes’«.