De las páginas de Batman llega un nuevo supergrupo compuesto por cinco féminas que esconden muchos secretos bajo la manga.

Al enfrentarnos a esta nueva encarnación de las Aves de Presa capitaneadas por Duane Swierczynski es imposible no recordar su trabajo en Bloodshot, obra de la que ya hablamos hace unos meses y con la que comparte bastantes puntos en común. Obviamente el alto grado de violencia de aquella no lo encontraremos en esta serie franquiciada del universo Batman, pero tampoco la rehuye y las heridas de bala, cortes de espada y apuñalamientos, e incluso las cabezas decapitadas, se dejan ver en las páginas de un tomo cuya máxima es la de divertir.

Swierczynski tiene muy bien tomado el pulso al género de acción, aprovechando todos los recursos que ofrece este para construir un relato muy entretenido, que no deja respirar al lector en ningún momento. Como en Bloodshot (por seguir con el mismo ejemplo, que además era otro reinicio de su historia), el guionista no pierde el tiempo en presentar a su grupo de protagonistas. Las vamos conociendo a través de las relaciones que tienen entre ellas y viendo como se desenvuelven en las distintas situaciones a las que se han de enfrentar. Canario Negro, Katana, Starling, Hiedra Venenosa y Batgirl, cinco mujeres unidas por la misión de luchar contra el crimen. Algo irónico teniendo en cuenta que ellas mismas son prófugas de la justicia, pero que le da un fondo muy interesante a la colección, ofreciendo un abanico de posibilidades a explorar tremendamente rico al guionista.

Quizás, de las cinco aves las más interesantes sean Canario Negro, líder del equipo, y Starling. La primera por un pasado que la atormenta y sobre el que pivota gran parte de la trama. Y la segunda por ser un personaje de nueva creación, ideado expresamente para esta colección. Un acierto por parte de los autores porque supone un guiño para todos aquellos lectores de nuevo cuño en el universo DC que hayan decidido acercarse a él aprovechando el reinicio de casi todas las cabeceras. Y es que aunque no sea necesario conocer demasiado a las protagonistas de la historia y los pocos detalles a los que se referencia de la etapa anterior tampoco sean demasiado molestos, el que neófitos y eruditos de las heroinas estén al mismo nivel ante un personaje que acaba de nacer, es una experiencia muy gozosa.

Aunque reducir la importancia de Starling a una simple adhesión al universo DC sería minusvalorar su potencial. Espía con infinidad de recursos bajo la manga, se la presenta como una formidable aliada de Canario Negro, «es la única en quien confío«, llega a decir a Batgirl. Un apunte importantísimo de cara a revelar las intenciones del equipo creativo, ya que en su origen las aves de presa se conformaron como tal con la alianza entre estas dos heroínas a las que con el paso de los años se les fueron uniendo más personajes. Así pues, esta total desconocida apunta bien alto y seguro que no dejará indiferente a nadie. Está por ver si algún aspecto de los que se sugieren acerca de su vida privada no apuesta por los tópicos de moda y lo echa todo por la borda.

El dibujo, obra del español Jesús Saiz, no puede ser mejor. Capta perfectamente el tono lúdico y vibrante de la serie, presentando un trabajo fluido y que se muestra cómodo en las secuencias de acción, así como en unos primeros planos muy agradecidos con un trazo limpio que transmite con gran eficacia las emociones de los personajes. Javier Pina complementa el trabajo de Saiz ayudándole en un par de números y yéndole a la zaga para lograr una estupenda cohesión en el apartado artístico.

Veremos si ECC tiene a bien seguir editando la serie en nuestro país. Ya sea por el buen hacer que demuestran Swierczynski y Saiz en un relato vertiginoso, ejemplo perfecto de un buen cómic de entretenimiento, o ya sea por el hecho de situar en primera fila una buena historia de heroínas que tanta falta hacen en el mercado mainstream, crucemos los dedos para que las Aves de Presa tengan una larga vida.