Cuidado con Creeper: El arte como arma

Creeper, por Cliff Chiang
Guionizada por Jason Hall y dibujada por Cliff Chiang, Cuidado con Creeper es una obra atípica para los cánones de Vertigo.

Cuidado con Creeper

«1925, París no era una fiesta. Al menos, no para Judith Benoir. Artista de vanguardia, Judith es atacada y violada en el interior de la casa que comparte con su hermana. El agresor pertenece a la poderosa familia Arbogast. A raíz del asalto, alguien (o algo) empieza a acosar a los Arbogast mediante una serie de acciones perfectamente orquestadas. Se trata de una misteriosa encapuchada conocida como Creeper. Para la policía, es una criminal. Para los surrealistas, un símbolo del movimiento. Para los parisinos, una moda pasajera. Pero ¿quién (o qué) es Creeper?«

Guionizada por Jason Hall y dibujada por Cliff Chiang, Cuidado con Creeper es una obra atípica para los cánones de Vertigo (podemos olvidarnos de las temáticas fantásticas o de terror) y del cómic mainstream americano en general; deudora de las creaciones europeas y homenaje al personaje de Steve Dikto aparecido por primera vez en 1968.

A los lectores más veteranos no se les escapará la referencia al Creeper, álter ego de Jack Ryder, un reportero que tras un accidentado encuentro con la mafia y por la «generosa ayuda» de un científico adquirió capacidades sobrehumanas, perdiendo parte de su cordura. Esta particular Creeper (de la que no conocemos su identidad hasta el final de la historia) carece de poderes, pero conserva el espíritu provocador del original. Es un personaje transgresor, temerario y burlón, que se erige como símbolo de una sociedad igual de rota que ella. Hall y Chiang han concebido un personaje y una obra reconocibles –en esencia– por los más versados, pero novísima en intenciones y tratamiento.

La acción nos traslada al París de entreguerras, a la ciudad cegada por el auge de las vanguardias, y se sitúa en un momento muy concreto, vital para que la figura de Creeper cobre relevancia, justo cuando el movimiento surrealista de André Breton ha abrazado posiciones revolucionarias de izquierdas en torno al comunismo, politizando su discurso y acciones. Un contexto que da pie a la aparición y participación de personajes como el citado Bretón y otros artistas e intelectuales de la época como Pablo Picasso o el norteamericano Ernest Hemingway. El cómic es fiel reflejo de esa sociedad y erige a Creeper como vehículo para plasmar y retratar los miedos y anhelos de la misma. Las acciones del misterioso personaje tienen un fuerte componente subversivo y catártico sobre el resto de personajes, crispando a algunos y azuzando a otros, violentando a todos, en una época en la que cualquier chispa podía prender la llama.

Creeper nace de un momento traumático para las protagonistas de la historia y se convierte en una suerte de espíritu de venganza. Aprovecha que tiene el foco de atención sobre sí remover la ciudad y convertir su fijación personal, sus actos vengativos, en una desquiciada y rompedora expresión artística. Acciones y personajes por igual construyen máscaras y fachadas para esconder secretos y voluntades. Así, Cuidado con Creeper, una vez se desencadenan los hechos, plantea dos misterios: ¿Quién es Creeper? ¿Y cuáles son sus intenciones?

Creeper, por Cliff Chiang

Hall hace un preciso trabajo en la creación de los diferentes personajes que entran en juego, dando pie a un escenario muy sugerente, aunque por su propio desarrollo no puede evitar que el lector más avispado se adelante a ciertos giros argumentales que desencadenan el desenlace. Aún así, el efecto sorpresa no se pierde del todo e invita a una segunda lectura en la que ir prestando atención a las pistas que se van dando a lo largo de la obra, referidas más –eso sí– al discurso del autor que a la trama en sí. Cuidado con Creeper ofrece unas interesantes reflexiones sobre el papel y la naturaleza del arte, así como un marcado sentimiento feminista. No solo por plantar a tres féminas como protagonistas (las hermanas Judith y Maddie Benoir y Creeper), sino presentando a mujeres que no se arrugan, muy proactivas, y poniendo en su lugar determinadas actitudes machistas.

Un guion adulto, de cierto sabor literario, potenciados por el genial trazo de Cliff Chiang (limpio e icónico) y el coloreado de Dave Stewart, capaces de transmitir acertadamente la atmósfera e intenciones de la historia en cada momento, en los más belicosos o rompedores en los que Creeper hace acto de presencia, los cotidianos y en los más dramáticos, con una fuerza especial.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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