«Pero lo que hemos pagado… Esto… Esto es un precio excesivo«

Interesante tomo el que nos trae ahora ECC por quince euretes y medio. La editorial catalana junta en un mismo álbum las dos colaboraciones que el ya difunto novelista y guionista de cómics C. J. Henderson (conocido por sus series policíacas noir sobre los detectives Jack Hagee y Teddy London) publicó con DC a finales de los años noventa. Unas historietas menores que, sin embargo, resultan en una lectura bastante agradable para las tardes calurosas de este segundo verano pandémico. Publicadas originalmente en tres grapas separadas y con el Joker como gran villano de un modo u otro en ambas, pero con unos actores principales que se alejan de la dupla Batman / Joker, estas dos historias reflejan a las claras el estilo de su autor a la vez que reivindican la importancia de los personajes que orbitan alrededor de las dos estrellas de Gotham y analizan la relación entre ambos personajes desde una perspectiva que sigue vigente a día de hoy.

Y es que Henderson concibe a un Joker que no acepta la existencia en este universo de nadie más que no sea él y su eterno compañero de baile. Habla de Batman como si él y el Príncipe Payaso del Crimen fueran dos planetas en órbitas concéntricas condenados a encontrarse y eclipsarse de cuando en cuando mientras que vagan por el inmenso vacío del espacio. Junto a ellos, el resto de personajes no son más que sueños creados por sus mentes para hacer más llevaderas sus respectivas soledades. Una visión muy poética que, sin embargo, no es más que una nota al pie de las dos tramas que teje en este cómic su autor con dibujos de Trevor von Eeden.

«Sacad a ese novato antes de que vomite sobre las pruebas«

Y es que el protagonista absoluto del tebeo que da título a esta recopilación es el comisario Gordon. El guionista escribe una historia a su medida para hablar sobre la importancia de la sufrida (y tantas veces crucificada) policía de Gotham unos años antes de que Ed Brubaker y Greg Rucka concibieran la genial Gotham Central. Gordon, siempre acompañado por Bullock, se enfrenta a una escalada de violencia desatada por el Joker que va cometiendo asesinatos y actos terroristas de cada vez mayor envergadura cada dos días en una ciudad que no cuenta con su protector enmascarado (fuera de Gotham y fuera del país). La historia, que comienza con escaramuzas en los callejones de la ciudad gótica, va creciendo en dramatismo e importancia conforme va avanzando la investigación y van sumándose cifras en la columna de las bajas en acto de servicio y termina siendo un canto al heroísmo de los protectores de la ley en la ciudad más peligrosa del universo DC.

Joker: Deber

No es menos apasionante la lectura de El Aprendiz de Joker, un cómic que se centra en el personaje de Arthur Rankel, un psicópata violador que cae en las garras del Joker y es instruido por éste para convertirlo en un arma que lanzar en contra de su eterno rival. Esta historia vuelve a vendernos una espiral de violencia salvaje que, en este caso, se centra en torno a mujeres que son descuartizadas con el único fin de llamar la atención del Hombre Murciélago. La historia nos ofrece a un personaje sobre el que no me importaría volver a leer, pero cojea en un par de apartados argumentales y da una visión victimista de las mujeres gothamitas que apenas se sostiene (y que, desgraciadamente, estaba muy en línea con la visión anticuada de este autor hacia las personas del sexo opuesto al suyo).