Shigahime

Shigahime #1: Un Renfield monstruoso

ShigahimeECC Ediciones trae a nuestras librerías Shigahime, un manga de terror con un importante componente de seinen que busca crear su nicho en el trillado subgénero de los vampiros. Sato Hirohisa es el responsable de esta obra de cinco volúmenes en el que un estudiante se ve envuelto en una espiral de muerte y abusos por culpa de entrar en la puerta equivocada.

 

«Solo un corazón fresco«

 

La misma cubierta que nos presenta el primer tomo (y la serie) revela que el vampirismo no es tratado de forma canónica. Algunos de sus elementos sí, como la aversión a la luz solar o la sangre como alimento indispensable para la supervivencia; pero otros tantos se alejan de la tradición popular a fin de acomodarse a la idiosincrasia del manga. Es más, hablamos aquí sobre vampiros, pero Hirohisa no llega a explicitar el concepto como tal en ningún momento. La obra juega con elementos e ideas que tenemos muy interiorizadas respecto a estos monstruos y su mito, dándoles un matiz más monstruoso y adecuado para jugar de forma versatil con diferentes géneros; Shigahime es eminentemente un manga de terror, pero coquetea con el drama adolescente y se deja llevar sin rubor por modos de la acción/aventuras. Como decía, el componente seinen, aún teniendo un carácter complementario, es importante.

 

Dos son las figuras centrales sobre las que pivota este manga. Miwako, la «vampiresa» (a falta de que Hirohisa decida dar un nombre concreto a la criatura que representa) e Hirota, el desdichado adolescente en cuya piel nos metemos. Lejos de lo que suele verse en otro tipo de relatos del género en los que el vampiro/cazador no se muestra amenazador hasta bien avanzada la trama e incluso se presenta de manera positiva para seducir no solo a su potencial víctima, sino a nosotros como público; en Shigahime la cazadora no se anda con rodeos. Es una depredadora y actúa como tal desde el principio. Así, superado el primer e impactante capítulo su presencia solo presagia terror y sufrimiento.

 

Shigahime

 

Este es un planteamiento muy sugerente, porque prácticamente corta de raíz la posibilidad de salvación de Hirota, convertido a la fuerza en siervo de la vampiresa. No se nos narra una historia del ser humano contra el monstruo. Pensar en términos de lucha es imposible dada la enorme desigualdad entre ambos personajes. Lo que se nos narra es el proceso -destructivo- de transformación de un protagonista que ya está perdido cuando le conocemos. Ahora bien… ¿tendrá alguna opción de recuperar su vida? Miwako e Hirohisa dejan una ventana abierta. Y es aquí donde puede perderse la obra en los siguientes volúmenes. Sin quebrar del todo a Hirota, ya le prometen la posibilidad de un final feliz; bien puede ser un engaño para que la caída sea todavía más terrorífica (en términos emocionales), o una pista para que esos coletazos de aventura de acción copen un desmedido protagonismo y corrompan sin remedio el sugerente planteamiento que aquí se nos ha presentado.

Acerca de Daniel Lobato

Avatar de Daniel Lobato

El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *