«Irritar a la gente es lo mío«

Interesante nueva trama la que se ha sacado de la manga Benjamin Percy. En el número anterior nos presentaba (de una manera bastante tenebrosa) a Cerebrax y en este X-Force #24: Destino de X da rienda suelta al gore con un Cerebro sintiente que decide comenzar a comer cerebros mutantes para poder así construirse un ‘yo’ con el que se sienta a gusto. ¿Es esto consecuencia de las idas y venidas de Logan por el tiempo en X Vidas y X Muertes de Lobezno? De ser así no sería la primera vez que los viajes temporales de este mutante lo fastidian todo (y si no, echadle un ojo a La Era de Ultrón y a las posteriores Secret Wars, también publicados por Panini), aunque lo cierto es que en esta ocasión el pobre canadiense era poco más que un arma apuntada por Xavier y Jean Grey en su intento de pararle los pies a Rojo Omega.

Hipótesis aparte, el nuevo número de X-Force nos deja con un nuevo/viejo villano de los mutantes desbocado y causando una matanza en la isla que es capaz de revolverle el estómago al más pintado y la enésima reinvención de Quentin Quire, que se ha convertido en uno de los personajes fetiche de Percy para nuestro gozo. Lo primero tiene poco misterio y mucho seso desparramado. Cerebrax se dedica a consumir mutantes y para cuando Dominó y Logan descubren sus andanzas ya se ha convertido en un adversario capaz de causarle al mutante de las garras de adamántium más daño del que nuestros ojos son capaces de soportar (Robert Gill se lo ha debido pasar teta con todo este festival de cortes y salvajadas). Me interesa mucho más, como no podía ser de otra forma, lo que rodea al Chico Omega, porque me parece que tiene bastante más miga.

«¿Eres tú el peligro que acecha a la isla, acosador?«

Y es que Quire se está ‘probando’ distintos cuerpos para decidir con qué nueva versión de sí mismo se queda de cara a comenzar una nueva etapa en su vida. Si lo pensamos, no es tan diferente lo que hace Quentin de lo que hace Cerebrax. Con la salvedad de que el telépata de pelo rosa no se está comiendo a sus colegas, lo cierto es que Quire trata también de construirse un ‘yo’ sin importarle demasiado si es lo que debe hacer o de si el medio empleado es el correcto o el más ético. Como bien dice Logan, el Chico Omega se está ganando una buena paliza, pero por una vez nos entran ganas de perdonarle. Bastante mal se lo está haciendo pasar ya el guionista de esta serie.

X-Force #24: Destino de X

Bromas aparte, lo cierto es que me alegro del trato que le está dando Percy a este personaje. Ya lo dije hace algún tiempo: Jason Aaron trató de hacer evolucionar y madurar a Quire más allá de todo lo que le llevó a convertirse en el mutante más odiado por los propios mutantes, pero está siendo Benjamin Percy el que de verdad esté logrando hacer de Quire un  mutante adulto con el que se pueda contar. Su crecimiento a lo largo de esta colección (con todo el dolor físico y emocional que ello ha supuesto para el mutante) está siendo asombroso y nos arroja a los brazos de una verdadera nueva etapa para el personaje, que agradecerá dejar de ser el niñato que siempre fue para convertirse en el líder que vio en él el Logan del actual guionista de los Vengadores cuando aún estaba a cargo de Lobezno y la Patrulla-X.