ECC Ediciones nos trae, dentro de su formato DC Pocket, la obra en solitario por la que por mucho que pasen los años siempre será recordada Jill Thompson: Wonder Woman. La verdadera amazona.

«¡Pero no descansaré hasta que me gane tu favor!«

Y esto es así porque, guste o no, lo que manda en el medio -sobre todo en el mercado anglosajón- son los superhéroes. Y si además tu obra de referencia sirve como relato iniciático de uno de los personajes más icónicos de la cultura popular y es accesible para todo tipo de públicos (de grandes a pequeños y de neófitos a veteranos), tu destino, como el de tu protagonista, está escrito.

Wonder Woman: La Verdadera Amazona

Wonder Woman: La verdadera amazona tiene alma de cuento. Pero de cuento popular, con sus partes oscuras y su poso de moraleja. La magia intrínseca en el nacimiento de Themyscira y de Diana es perfecta para transitar en tonos y formas muy similares a los de los clásicos Perrault o Grimm. La propia técnica pictórica de Thompson a la hora de crear sus páginas (están pintadas totalmente a mano, usando acuarelas) invitan a que nos imaginemos ese tipo de escenarios. Y es que Thompson nos presenta el cuento de una princesa malcriada que aprende a las bravas el valor de la vida y el peso (y consecuencias) de los actos.

Poco vamos a ver de escenas de acción o gestas heroicas. Esta es una aventura sin superhéroes ni valentía según los cánones del género. La aventura propuesta por Thompson arranca y finaliza en Themyscira y toma como protagonista a una Diana que aún tiene por delante todo el proceso vital que la formará y marcará. Y es a través de la mirada de una niña que no tiene consciencia de lo que es la vida real, a través de lo que Thompson elabora su narración y presenta sus temas. Unos temas que van desde cuestiones sociales como el feminismo y la libertad sexual y afectiva, a otras tan «básicas» y de cuento como la envidia o el compañerismo.

Wonder Woman: La verdadera amazona es una lectura que no puede faltar en ninguna biblioteca.