«Tan emocionados estaban que unas lágrimas de color oro y plata comenzaron a recorrer sus mejillas«

Ahora que llega a los cines Wonder Woman nos sentíamos obligados a traer alguna de sus muchas aventuras a las páginas virtuales de nuestra revista. No nos faltan las opciones, acabamos de contaros como comienza su andadura por el universo DC del Renacimiento, pero a la vez estamos contando sus andanzas a lo largo de la espectacular etapa de Brian Azzarello y Cliff Chiang y tenemos por ahí algún tomo de la colección de Grandes Autores de Wonder Woman, un Wonder Woman Especial… Sí, ECC le está dando a la tercera cabeza de la santísima trinidad deceíta la importancia que se merece en el año de su filme (incluso le han dedicado al fin una sección específica en su web), pero entre todas las cosas que teníamos a nuestro alcance, nos ha parecido que un relato acerca de sus orígenes era lo más apropiado para esta ocasión.

Y hete aquí que ECC publicó en marzo una de las pequeñas grandes obras con las que a Jill Thompson (The Sandman, El Libro de Cuentos de los Pequeños Eternos) le gusta sorprendernos y que se remonta a la época en que las amazonas se recluyeron en la misteriosa isla de Themyscira para luego recorrer toda la infancia y juventud de una de las más importantes heroínas de la historia de la viñeta. Un personaje capaz de convertirse en Embajadora de las Naciones Unidas hasta ser derrocada por las mismas personas a las que siempre ha protegido (cuesta creer que esto no sea el argumento de los cómics). Thompson mezcla su estilo narrativo con un cierto aroma a los clásicos mitos griegos para lograr una historia que bien podría ser considerada como dogmática del personaje y que contiene gran parte de los ingredientes que han ido agrandando la leyenda del personaje con el paso de los años.

«¡Pero no descansaré hasta que me gane tu favor!«

La autora huye de mistificaciones y nos presenta a una princesa Diana malcriada por un pueblo de orgullosas mujeres inmortales y cansadas de la guerra. Nacida de los anhelos de su madre por engendrar, de la arena del mar y de las lágrimas de los dioses, la princesa de las amazonas malgasta su niñez y buena parte de su juventud en buscar la atención y la pleitesía de sus semejantes, recurriendo en ocasiones a la crueldad y la malicia hasta que la indiferencia de una sencilla encargada de los establos le hace replantearse las reglas que han regido siempre su vida y una enorme tragedia la obliga a emprender el camino que aún a día de hoy recorre entre los mortales.

Wonder Woman: La Verdadera Amazona

No tiene desperdicio ni una sola de las 136 páginas que componen este libro. Desde sus hermosas ilustraciones hasta los delicados mensajes que va dejando caer aquí y allá la autora (sobre el empoderamiento femenino, la brutalidad de la guerra o el sincero amor entre personas del mismo sexo sin ir más lejos) cada una de las viñetas de este cómic son cien por cien disfrutables tanto por el lector de toda la vida como (y aquí viene el reclamo de cara a la salida de las salas de cine) para los lectores noveles. La Verdadera Amazona es un preciosísimo relato iniciático que reúne las historias más conocidas acerca de la más famosa de las amazonas y las convierte en una fabulosa fábula que merece una y mil relecturas (y encima por un precio inferior incluso al de la edición original).