Nacho Casanova, un maño afincado en Valencia que lleva ya unos cuantos años destacando como ilustrador y guionista, publica ahora su último trabajo en Diábolo Ediciones. Una obra que se edita a la vez en español y en francés y que se presenta con un título que deja muy claro su contenido. Pese a lo que uno puede pensar, Pornográfica tiene poco de obscenidad y cuerpos sudorosos y sí mucho de palabras susurradas y sensualidad cotidiana. El autor ha accedido a responder a nuestras preguntas en una entrevista que podéis leer a continuación:
Pregunta: Las mujeres tienen un papel predominante en Pornográfica, ya sea como guías del hombre en el acto sexual, como modelos o como conscientes objetos de deseo. ¿A qué obedece está elección o qué pretende dar a entender al lector con ella?
Respuesta: Son desde luego, objeto consciente de deseo. Supongo que obedece a que yo soy varón, y heterosexual. Como el proyecto comenzó siendo simplemente una búsqueda de la sensualidad y de la sexualidad, no me planteé objetivos generales. Simplemente, iba investigando y escribiendo situaciones que yo consideraba interesantes sexualmente, y que permitían contar historias. Tanto mis personajes femeninos como masculinos obedecen a vehicular esa búsqueda.
P: Da la impresión de que su obra tiene un marcado carácter autobiográfico, ¿De dónde provienen las ideas que han dado forma a la obra?
R: Bueno, no es este el caso. En otros libros sí, pero no tanto en este. En realidad, cualquier cosa escrita o dibujada tiene algo de su autor, evidentemente. Y las ideas surgen de mi mente, pero no necesariamente de mi sexualidad práctica. Y a veces, ni siquiera son mis fetiches. Pero me han dado juego para contar historias, que es lo que a mí me gusta.
P: El sexo en la actualidad oscila entre la banalización y la mitificación. ¿Cómo lograr ese punto intermedio en el que ni se le tema ni se le reste la importancia que se merece?
R: Pues vuelve a ser una cosa no premeditada. El tono del libro ha ido desarrollándose poco a poco, sin prisas. Y muchas veces, sin un objetivo claro. No quiero decir que ha sido por casualidad, sino que el balance de equilibrio que he realizado al escribir las historias no obedecía a una idea previa, sino a lo que en ese momento más me apetecía escribir o dibujar.
P: Dado su cuidado uso del color en su trabajo como ilustrador y portadista, ¿por qué prescindir de él en esta novela gráfica?
R: Esto sí que tiene un par de explicaciones muy prosaicas: por un lado, el alto coste de impresión; y por otro el coste de realización. También es verdad que me encuentro mucho más cómodo dibujando páginas en blanco y negro que a color. A mí, lo que más me gusta es dibujar líneas, y creo que el color no le hubiera proporcionado más sensualidad a mis líneas.
P: En ocasiones el diálogo es demasiado lúcido para momentos en los que se tiene la atención en otras tareas. ¿Por qué hablar cuando puedes hacer?
R: En medio de una relación sexual usas todos tus sentidos, desde luego. Pero en un tebeo hemos de reducirlo a dos: mirar y leer (que sustituiría al oído). ¿Por qué no usarlo, cuando lo que aparece a simple vista es confuso? ¿O por qué no usarlo como apoyo, o como contrapunto? Quizá eso sea lo más autobiográfico que puedes encontrar en este libro: mi tendencia a no callarme nunca, incluso en circunstancias así.
P: Cierto actor de cine porno dijo una vez que hacía sus películas con la intención de que a los cinco minutos sus espectadores dejaran de verlas para pasar a otros menesteres. ¿Cuál es la intención de Pornográfica?
R: No anda muy lejos de eso. Mi intención es despertar el deseo. Quizá de una manera algo más tranquila o suave, y permitir dejar un margen de algo más de cinco minutos. Pero mi intención es que el lector se excite, y acabe pensando en su propio sexo. Si le entran ganas de practicar, habré conseguido lo que buscaba. No es el único objetivo, sin embargo. Me apetecía bucear en el deseo, en la sexualidad, y disfrutar al hacerlo. Espero que algo de ese placer pase al lector, y le provoque.
P: En El coche de Intisar la protagonista se tapa con un niqab, ¿es Pornográfica un intento de destapar a esa mujer que sabe lo que quiere, que es capaz de decir que no a los hombres, que es la dueña de sus actos?
R: La única relación que tiene esta obra con mi anterior libro (El coche de Intisar), es que algunas páginas están dibujadas en la misma libreta. Y que es posible que haya habido un efecto acción/reacción, de tanto dibujar realidad poco sensual. Pero no hay una búsqueda concreta de un tipo de mujer, o personaje femenino, como sí lo había en el guión de Pedro Riera en El coche de Intisar. Supongo que todas las mujeres que he conocido tan íntimamente eran absolutamente dueñas de sus actos, y sabían lo que querían, por lo que es natural que dibuje así a mis personajes femeninos.
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