Los Proyectos Manhattan

Los Proyectos Manhattan #1: Sin límites

Guionizada por Jonathan Hickman y dibujada por Nick Pitarra nos llega Los proyectos Manhattan, la nueva serie del autor de Carolina del Sur al margen de sus obligaciones con Marvel Comics y que entronca con la mejor tradición de la ficción especulativa. Tomando como punto de partida el Proyecto Manhattan, clave para los ataques nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, el autor se plantea un ¿y si…? con el que dejar volar su imaginación y hacer un ejercicio similar al de obras como Pax Romana o Réquiem por Marte con la ventaja de no tener que supeditarse a las limitaciones de una miniserie.

 

¿Y si la consecución de la bomba atómica no hubiera sido sino una tapadera para el desarrollo de otro tipo de proyectos de alto secreto? Con los principales actores del desarrollo de la bomba atómica como protagonistas: Leslie Groves, Enrico Fermi, Robert Oppenheimer, Richard FeynmanHickman nos presenta una historia en la que nada es lo que parece y todo es posible. Un caldo de cultivo ideal para que pueda explorar la dualidad humana y temas recurrentes en su trabajo como el poder y su perversión. Porque en los Proyectos Manhattan, el fin justifica los medios. Todos.

 

Los Proyectos Manhattan

 

Libre de cualquier injerencia, Los Proyectos Manhattan reescriben la historia y la ponen en manos de unos personajes histriónicos y desquiciados que poco tienen que ver con sus referentes reales, embarcándolos en situaciones que escapan de toda lógica en una escalada de la que tras este primer tomo, solo podemos aventurar el peor de los futuros para la humanidad. Bajo un tono de aparente comicidad se esconde un oscuro relato que utiliza la ucronía que ha creado para hacer una crítica al mundo que nos rodea; quizás la crítica más mordaz que ha hecho hasta la fecha. Y lo es porque escudada en su sentido del humor, nos lo suelta todo en la cara. Ejemplos de esta acidez hay muchos en la literatura y el cine. Uno de los más discutidos es el de la genial Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997), jocosa crítica sobre el fascismo que se tomó demasiado en serio y, de cuando en cuando, alguien reabre el debate sobre si lo que realmente hizo fue una apología del mismo. Verhoeven se la jugó y concebió un film adictivo en términos de entretenimiento y muy beligerante en términos políticos y sociales. Hickman sigue el mismo ejemplo con Los Proyectos Manhattan. Es imposible que deje indiferente a nadie.

 

Es un primer tomo (que contiene los cinco primeros números de la colección) que sirve para presentarnos a todos los personajes y ponerlos en su contexto, pero ya desde las primeras páginas no hace más que depararnos sorpresas y giros imprevisibles que conviene no destripar. Su lectura ofrece la posibilidad de hacer un análisis pormenorizado para discutir sus temáticas y debates que pone sobre la mesa, pero hacerlo ahora, con tan poco material publicado (y descubierto, pues está recién salido del horno) no haría sino jugar en contra de las intenciones sorpresivas de esta gamberra propuesta. Al menos de momento. Lo mejor es sentarse en un sitio cómodo y devorar la que es una de las mejores series de este 2013.

 

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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