Los Proyectos Manhattan #1

Los Proyectos Manhattan #1: The dark side of the science

Los Proyectos Manhattan #1«Espero que le gusten las nuevas experiencias«

 

A las historias de Jonathan Hickman hay muchas veces que uno desea acercarse con la certeza de que tienen un principio y un final. No porque el guionista sea propenso a dejarlas inconclusas, sino porque, dada su habitual tendencia a enrevesarlas y complicarlas, merece la pena degustarlas cuando ya podemos disfrutar de su comienzo y su final y tenemos la oportunidad de volver una y otra vez a las mil y una cosas que ocurren entre medias. Es por eso que tomos integrales como éste (que agrupa la primera mitad de la serie de Los Proyectos Manhattan) son tan apetecibles. Con ellos podemos disfrutar de una de las obras más personales, locas y complejas de la fructífera mente de Hickman sin perdernos en los mil giros de guión y las complejidades de su truculento argumento.

 

¿Y de qué va eso de Los Proyectos Manhattan? Pues va de una organización más allá de los estados y de sus guerras sin sentido que se dedica a investigar y a proveer a la raza humana de adelantos científicos. O, bueno, algo así. Va de un grupo de científicos haciendo ciencia sin apenas control. Y perdiendo mucho los papeles. Y enzarzándose en guerras tan locas que apenas lograríamos entender… si no fuera porque las estamos leyendo. ¿Qué científicos? Poca cosa: un tal Albert Einstein, Robert (¿o era Joseph?) Oppenheimer, Richard Feynman, Enrico Fermi… Sólo que llevados al extremo, intercambiados con dobles, clones, gemelos malvados y mil y una locuras para convertirlos en auténticos científicos chiflados con un buen montón de bombas nucleares bajo el brazo.

 

«Creíamos conocer al hombre, y no era un hombre siquiera«

 

Sí, lo de las bombas nucleares, porque Hickman mezcla de una manera genial realidad (el Proyecto Manhattan original fue el que desembocó en la invención de estos dispositivos de muerte que, a la postre, servirían para poner punto y final a la II Guerra Mundial y dar lugar al loco orden mundial en el que nos encontramos viviendo) con la ficción nacida de su imaginación más desbocada. Portales a otras dimensiones, contactos alienígenas, pactos encubiertos con el enemigo por el bien de la ciencia, teletransporte basado en fanáticos budistas… La cantidad de locuras que se dan cita en esta colección es tan salvaje, aterradora y, muchas veces, aberrante que puede llegar un momento en el que el lector se sienta expulsado de la trama. Por suerte, el sentimiento es sólo momentáneo y rápidamente estamos de nuevo enfrascados en la psicodélica historia de un grupo de pioneros con ambiciones más allá de las estrellas.

 

Los Proyectos Manhattan #1

Los Proyectos Manhattan #1

 

A Hickman lo acompaña Nick Pitarra con un estilo de dibuj0 feísta y cercano al underground americano que le sienta muy bien a la locura de novela gráfica que tenemos entre manos. Los desmembramientos, cuerpos desagradables y transformaciones asombrosas que contemplamos en Los Proyectos Manhattan se digieren mejor acompañados de un arte gráfico que se aleje u tanto del realismo que pudiera haber convertido a esta obra en un atentado atroz.

 

Planeta, por su parte, nos ofrece por algo menos de cuarenta y tres euros una edición de lo más cuidada, acompañada de una jugosísima galería de extras que harán las delicias tanto de quienes ya disfrutaron de la edición original del cómic como de quienes se acerquen a este título por vez primera y deseen saber más acerca de su proceso creativo.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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