Inferno marca el principio del fin, el prólogo si lo preferís. No solo supone la despedida de Jonathan Hickman de la franquicia aún con dos grandes actos por delante (el primero abarcaría desde Potencias y Dinastía de X hasta este Inferno), sino que el propio autor parece ya no tomarse en serio su obra, entrando en incongruencias narrativas respecto a las series que se habían ido desarrollando.

 

«Interpretando un papel. Como siempre«

 

Vale que los Hijos del átomo no interesaran a nadie, pero de ahí a obviar que detuvieron a las horticultoras en el cierre de su etapa y hacer como que esto nunca sucedió… Bueno, como mínimo echa por tierra la idea de las sinergias entre las cabeceras. Y con ello… si Hickman va por libre, ¿por qué no siguió por libre con sus planes? Es decir, ¿qué pasó en los despachos de Marvel? ¿Decidieron cortarle las alas antes de llegar a un punto de no retorno imposible de reconducir? ¿O el guionista se cansó de los personajes y optó por cortar por lo sano? Seguramente nunca tendremos una respuesta clara y completa al respecto. E igualmente nunca sabremos cómo habría continuado (y concluido) su Patrulla-X, aunque -como bien apunta Pedro Monje en su texto final- atendiendo tanto a este tomo como a una revisión de Potencias y Dinastía de X, podemos deducir que todo conduciría a un gran enfrentamiento entre Krakoa y los Dominios.

 

Resulta un tanto irónico que, siendo la Patrulla-X una cabecera que siempre ha estado a la vanguardia en la asimilación y exposición de los problemas sociales del momento, cuando el mundo se encamina hacia un incierto futuro marcado por las inteligencias artificiales… van los mutantes y echan el freno a toda una etapa que apuntaba precisamente a eso.

 

 

Todo esto nos lleva a plantearnos también si la deriva de Moira, la gran revelación de esta andadura de Hickman en Krakoa, formaba parte de los planes iniciales o si se convirtió en una ventana de oportunidad para marcar el principio del fin de este experimento marvelita. Pero salvo que tengamos a Hickman frente a frente y se preste a revelarnos cuáles eran sus verdaderos planes, la realidad es la que es y lo demás es pura ficción especulativa. Inferno desata un infierno en Krakoa, pero no uno físico o externo, sino interno. Los secretos arden tanto como el más mortífero de los incendios.

 

«Cuánto siento que hayas confiado en mí«

 

Unos secretos que empezaron a formarse (y también a revelarse) en Potencias y Dinastía de X y que en Inferno tienen tanto una réplica como una continuación. Algunos de los secretos que se nos contaron entonces tienen aquí una cara B, mientras que otros que permanecían ocultos, estallan en la cara de todos sin previo aviso. La respuesta que plantea Inferno es que lo que en su momento se vio como una oportunidad para todo mutante de la Tierra y una carga -llevada de buen grado- para sus autoproclamados dirigentes, ahora es, por boca de Emma Frost, una maldición para la nación entera.

 

Porque en el fondo, Inferno no habla tanto del coste de los secretos, sino del coste de la desconfianza. Y la citada Emma es el claro ejemplo. Ella confiaba en el visionario sueño de Xavier y Magneto y se entregó en cuerpo y alma hacia él… pero los arquitectos de dicho sueño no confiaban en ella. No lo suficiente como para revelarle la letra pequeña, el sacrificio que implicaba dicho sueño. La desconfianza deriva en secretos y estos lo hacen en traiciones. Y cuando nos sentimos traicionados buscamos una reparación o una venganza. Frost, pasional como nadie, busca la reparación a través de la venganza.

 

 

La revelación de los secretos es lo que prende la mecha, pero la decisión de la Reina Blanca es lo que hace explotar a toda Krakoa. Pero claro, los mutantes no son los únicos que tienen secretos. Así, en las filas de Orchis se produce otra de esas revelaciones -«los mutantes siempre ganan»- que no es que lo cambien todo, sino que le dan un sentido mucho más dramático y trágico a este sueño que vimos nacer en Potencias y Dinastía de X y que en estas páginas empieza a deshacerse, empezando con la propia Moira, artífice principal del mismo. ¿De conocer el futuro expresado por Karima Shapandar habría actuado (y respondido a Destino) diferente? ¡Ay! Volvemos a especular con futuros que nunca veremos.

 

El cambio de rumbo en la franquicia mutante convierte a Inferno en la tormenta perfecta para herir de muerte Krakoa, aunque esta todavía no sea consciente de ello. Entramos pues, en una cuenta atrás que aún nos dejará interesantes aventuras, pero que conducirá a los mutantes a la vieja realidad que inocentemente pensamos que habían dejado atrás.